Investigarán el impacto del cambio climático en la producción hortofrutícola
REGIÓN. Durante 24 meses Ciren, Inia y Agromed identificarán las zonas actuales y futuras óptimas para la producción de ciertas especies hacia el año 2050.
El cambio climático es un fenómeno natural que es una realidad que es palpable en la provincia y que requiere una mirada más profunda desde todos los ámbitos, en especial de la actividad que ha caracterizado a Ñuble
Eso es lo que aspira el proyecto "Modelo de adaptación al cambio climático por medio de la zonificación de aptitud productiva de especies hortofrutícolas priorizadas", presentado el jueves pasado por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), la secretaría regional de Agricultura del Biobío y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia).
El director ejecutivo de Cirén, el chillanejo Juan Pablo López, explicó que este proyecto tiene como finalidad aportar información que permita identificar las zonas actuales y futuras óptimas para la producción de ciertas especies.
"La realidad de la agricultura a partir de este fenómeno requiere definir cómo y dónde producir", comentó el directivo que anunció que probablemente en agosto se presentaría los resultados del Catastro Frutícola que incluyó a ochos regiones del país, entre ellas Biobío, Aysén -donde por primera vez se hacía- y Arica Parinacota, cuya región no actualizaba sus datos desde hace más de tres décadas.
Efectos climáticos
El proyecto liderado por Ciren, con Inia y el Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile (Agrimed), cuenta con financiamiento de Corfo, a través del concurso Bienes Públicos Estratégicos para la Competitividad.
En 24 meses que dura el proyecto se debe obtener una mirada técnica a las posibilidades de distribución espacial, de desarrollo y manejo de cultivos, identificando aptitud productiva hacia 2050.
En la actualidad, los efectos que el cambio climático ejerce sobre la productividad agrícola y pecuaria son innegables, y el rubro de la fruticultura no queda al margen.
Perspectivas
Juan Pablo López sostuvo que en esta iniciativa es relevante contar con estudios que permitan anticiparse a las condiciones futuras previstas y para que los productores programen y controlen los tipos de cultivos, de manera más estable.
"Para el Ministerio de Agricultura y Ciren, es primordial realizar estudios conducentes a verificar los efectos del cambio climático sobre el territorio agrícola regional. Es fundamental anticiparse a las condiciones futuras y así programar y controlar las producciones", explicó el director ejecutivo del Centro de Información de Recursos Naturales.
Algunas de las especies que serán estudiadas por esta investigación serán el arándano, la frutilla, frambuesa, cerezo, papa, tomate y espárrago, entre otras.
"Este proyecto es prioritario y representa la nueva estrategia regional de desarrollo. El sector silvoagropecuario fue priorizado y creemos que el cambio climático para el Biobío representa una oportunidad ya que los rubros que se han priorizados son tanto frutícolas como hortícolas, por lo que este proyecto nos ayudará a poder mirar, en el mediano plazo, cuáles son los desafíos tecnológicos para estos rubros", aseguró el seremi de Agricultura de la Región del Biobío, Rodrigo García.
Los resultados y productos del proyecto serán de uso público y acceso gratuito, a través de una plataforma instalada en el sitio web de Ciren (www.ciren.cl) y en su Biblioteca Digital (bibliotecadigital.ciren.cl)
Mirando hacia el futuro
Cambio climático
Los efectos que el cambio climático ejerce sobre la productividad agrícola y pecuaria son innegables, y el rubro de la fruticultura no queda al margen.
2 años
Este proyecto dura 24 meses y permitirá obtener una mirada técnica a las posibilidades de distribución espacial, de desarrollo y manejo de cultivos.
Cultivos
Algunas de las especies que serán estudiadas por esta investigación serán el arándano, la frutilla, frambuesa, cerezo, papa, tomate y espárrago, entre otras.
Replicable en otras regiones
Para la jefa de proyecto e ingeniera agrónomo de Ciren, Carolina Leiva, el proyecto si bien es regional, generará la experiencia suficiente para ser replicado en las demás regiones agrícolas. "Las otras regiones también verán modificadas sus condiciones climáticas y requerirán de información que oriente las decisiones que permitan adaptar los cultivos a los nuevos escenarios", señaló.