Aunque el término "panne" o "pana" no tiene reconocimiento de la Real Academia Española de la Lengua, todos sabemos lo que significa: un vehículo que sufre un desperfecto mecánico, marcha mal o se detiene. Lo que le ocurrió al elegante Ford Galaxy en el último mensaje presidencial fue un símbolo: quedó en panne. Igual que el gobierno actual, que partió a toda velocidad, y durante la ruta ha sufrido muchos desperfectos. El primer vehículo que falló fue la retroexcavadora. Tal como sucedió el 21 de mayo, hay porfiados que han tratado de empujarla, sin resultados. Algo similar ocurrió con el avión en que viajaba a Canadá. También tuvo que cambiarlo.
Certeros son los resultados de la reciente encuesta CEP: el 67% de la población cree que Chile se encuentra estancado. Esto sucede en todos los planos. El pobrísimo crecimiento, la caída de las inversiones, el aumento de la cesantía y el incumplimiento o cumplimiento parcial de numerosas promesas desilusionaron a la gente. Sí, a la misma gente que eligió la actual administración. A la que iban a sacar de los campamentos y dar una vida digna, que incluyera por lo menos agua potable y luz. Sólo los incondicionales están de acuerdo con la jefa de Estado en cuanto a que "Chile es hoy un país mejor que ayer".
Comparto la ironía de un político que definió el último mensaje como el de "Alicia en el país de las maravillas". La presidenta pareciera aislada en La Moneda. La misma encuesta señaló que los principales problemas en que debería procurarse soluciones son: delincuencia, salud, corrupción, sueldos, empleo, pobreza y drogas. El gobierno está "en otra", como dicen los jóvenes. Proclama como prioridades una nueva Constitución el matrimonio homosexual y la elección de intendentes regionales y otras yerbas.
La reforma de la educación funciona a medias. ¿Qué fue del proyecto de reforma de la salud privada? ¿Acaso que la autoridad no sabe que el 73% de los chilenos piensa que las isapres abusan de sus afiliados? ¿Qué hay de las esperas en el sector público y abusos en el privado? ¿Por qué aumentó brutalmente la cantidad de empleos públicos? ¿Por qué el país está actualmente más cerca que antes de la corrupción? Chile se jactaba de su probidad. Hoy no puede hacerlo. ¡No, en un país donde los parlamentarios, con dinero de todos los chilenos, cuenta hasta con 398 celulares. Las cosas se han hecho mal.
Algo se interpuso entre las buenas intenciones y la realidad.
Más que un presidente, el país necesita hoy un mecánico, que arregle las pannes de automóviles, aviones, etcétera, y lo ponga en marcha de nuevo. Una aclaración para los suspicaces de siempre: el columnista firmante no ha militado ni militará jamás en partido alguno.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.