Autor de ataque a club LGTBI: "Voy a seguir hasta donde sea necesario"
EN CHILLÁN. José Cortés Muñoz descarta una motivación homofóbica, defiende el evangelio y asegura que por la tranquilidad de su familia no le importa ir a la cárcel.
AA eso de las 03:30 horas del día domingo, unas 50 personas esperaban que comenzará el show transformista al interior del Club Lésbico Social Frida Kahlo. Algunos asistentes -"por suerte", diría su dueña Jacqueline Ortega luego- fumaban en la terraza del local, cuando, de pronto, sintieron rabiosos golpes en la reja y un fuerte olor a parafina. En cosa de segundos, las llamas amenazaban las mesas y sillas dispuestas en el exterior del recinto símbolo de la comunidad LGTBI chillaneja.
"Si no se queman aquí lo harán en el infierno", les habría gritado insistentemente José Cortés Núñez, mientras sostenía un bidón con combustible y retrocedía hacia su casa (vecina pero no colindante con el Frida) ante la reacción de quienes podrían haberse convertido en sus víctimas fatales, de no controlar el fuego.
Pasados los días, el hombre que se declara evangélico -asiste a la iglesia pentecostal que construyó en el sitio inmediatamente próximo al club nocturno y de la que su yerno es pastor- no muestra arrepentimiento alguno de su actuar e incluso va más allá, asegurando que está dispuesto a seguir con acciones temerarias.
Dice -desde el patio de su casa, ya que no fue detenido- que el ataque no tuvo motivación homofóbica, aunque se confunde al tildar primero de "normales" a quienes asisten a espacios como Frida Kahlo para luego endosarles un "problema".
"Decidí hacer esto a raíz de los ruidos molestos que se arrastran por años y que no dejan vivir en paz a mi familia. Se ha dicho que esto fue un ataque homofóbico y no tiene nada que ver. ¿Por qué me debería importar a mí lo que esta gente haga con sus vidas? Pero si ellos tienen derecho a funcionar sin permisos, a ser irrespetuosos y no dejar dormir a los vecinos, yo también tengo el para reaccionar como lo hice", se apresura en explicar Cortés.
El hombre justifica su decisión de prenderle fuego al inmueble, a sabiendas de que al interior a esa hora permanecían personas asegurando que durante largo tiempo se acercó en buenos términos a la dueña, (lo que es desmentido por la misma), sin encontrar respuesta, y que en varias ocasiones fue víctima de agresiones físicas por parte de asistentes a las fiestas que allí se realizan, las que nunca denunció.
"Si no respetan mi metro cuadrado ¿qué puedo hacer? Si siguen entorpeciendo mi vida, la de mis nietos, voy a seguir hasta donde sea necesario. Yo soy el jefe de hogar y tengo que velar por la tranquilidad de ellos, no voy a quedarme sin hacer nada", enfatiza, al tiempo que suelta una advertencia: "No sería la primera persona que por su defensa propia tenga que estar en la cárcel".
Sentir terror
El show de esa noche estaría a cargo de los transformistas Krisley Lavamchy e Antonella Fordham. Minutos antes de subir al escenario, Cortés comenzó a rociar los muros con parafina y lanzar fósforos.
"Jamás, en más de 15 años, nos había ocurrido algo así. Sentimos terror, fue una situación límite que es muy difícil de asimilar. Las cosas que este señor decía, cómo se reía, hablan de alguien que es un peligro para la sociedad", cuenta Jaqueline Ortega.
Los trabajadores de Frida Kahlo relatan el episodio con angustia y recuerdan aquellos minutos como un infierno. Dicen que el atacante llegó a lanzar combustible a sus cuerpos.
"Abrí la puerta para que la gente saliera, miré y estaba el caballero riéndose de todo lo que estaba pasando, con el bidón en la mano. Fue terrible ver llamas, humo y atrás de todo eso a una persona riéndose de lo que está pasando. Fue muy impactante. Era como ver la imagen de un demonio", recapitula Constanza Meriño, cajera del local.
Luego de lo acontecido, personal de la Labocar de Carabineros y de la Policía de Investigaciones (PDI) periciaron el lugar, confirmando presencia de elementos para provocar fuego en tres puntos.
Envían carta al Gobierno
Firmada por su presidente, Esteban Guzmán, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en la Región del Biobío, hizo llegar en la tarde de ayer una carta de intervención a la Gobernación Provincial de Ñuble por el hecho ocurrido la madrugada del día domingo en el Club Social Frida Kahlo. La misiva, dirigida a la gobernadora Paola Becker, solicita "inmediata reacción para intervenir en una situación que pone en riesgo la seguridad ciudadana, particularmente de las personas lesbianas, gays, bisexuales e intersex (LGBTI) que viven en Ñuble". El Movilh estudia las acciones legales a seguir.
horas del domingo 03:30