En Chillán Viejo se escuchó un canto por el derecho a la paz
MANIFESTACIÓN. La música, la danza y el baile han sido instrumentos para las protestas pacíficas en Ñuble.
Las protestas que iniciaron en Santiago, hace ya dos semanas, se extendieron y se han mantenido en Ñuble, donde la puesta en escena ha sido marcada más por la presencia de la música y representaciones artísticas que por actos vandálicos. Sus habitantes se congregaron una vez más ayer para cantar y bailar, esta vez al ritmo de la banda Los Prisioneros, cuyas letras parecen estar tan vigentes como hace tres décadas, en sincronía con la danza de las mujeres de La Tribu Flor de Fuego, que conecta sus movimientos a través de miradas o gestos, y de músicos locales, como Peñabull, La Turba o Amanda Montecino.