El día después
Quienquiera que obtenga la victoria en los comicios del domingo, mantendrá una especial preocupación por fortalecer los gobiernos comunales y regionales.
Votaremos en forma individual, secretamente, libres y soberanos. Pero con resultados de clara incidencia en el colectivo social.
Estamos a sólo horas de una decisión trascendente que tenemos que adoptar todos los chilenos. Nuestra democracia nos convoca a elegir Presidente de la República, renovar medio Senado, la Cámara de Diputados completa y, por primera vez, también elegir a los Consejeros Regionales. Se trata de un evento democrático sin precedentes, por su magnitud e importancia. Y, además, de carácter voluntario. O sea, es un acto individual, en donde el peso de nuestras conciencias será él que nos guíe en cuanto a ejercer un derecho fundamental para el país.
Votaremos en forma individual, secretamente, libres y soberanos. Pero con resultados de clara incidencia en el colectivo social. Por ello, debemos ser responsables y acudir a las urnas en forma decidida e informada. No dejar a otros la capacidad que nos otorga nuestra Constitución. Porque después, ¿a quién vamos a exigirle responsabilidades cuando se produzcan situaciones que nos afecten?
Ahora bien. Una vez ejercido nuestro derecho, las democracias desarrolladas nos señalan la experiencia de que debemos de ponernos de inmediato a la tarea de iniciar una nueva andadura. Caminar por los caminos que la mayoría nos indicó y apoyarnos unos a otros para que se cumplan los programas elegidos por nosotros mismos.
Y debemos exigir su cumplimiento. Debemos ser claros y precisos en cuanto a avanzar en el sentido de las mayorías, en el apoyo constante y sin fisuras, en los diálogos permanentes y en los consensos inteligentes para cuando surjan los conflictos. Debemos demostrar que somos una sociedad madura, que cuenta con una ciudadanía responsable que es capaz de ejercer derechos y de modificar para mejorar los procesos democráticos que nos ayudan a construir país.
Reconocimiento y acatamiento a los programas mayoritariamente votados. Pero, también, respeto y participación para las minorías, que son parte de un Chile que avanza y crece cada día.
Acatamiento a las mayorías y respeto a las minorías.
Las grandes naciones, las que consiguen erigirse graníticamente con vistas a un futuro mejor, se construyen cada día desde el respeto y la solidaridad, desde la confianza y la tolerancia. Y esos valores debemos aplicarlos desde el día después de la gran cita del domingo.