De perro callejero a perro patrullero
Son críticas que no provienen sólo de la oposición al alcalde Sergio Zarzar, sino que de su propio partido, algo que echaría por tierra las motivaciones políticas que el edil ha esgrimido.
Se trata de transformar a los perros vagos en perros patrulleros, elegir a los más adecuados para someterlos a un aprendizaje.
Hay ocurrencias geniales en beneficio de los perros abandonados o vagos. No hay día en que no aparezca en los medios protestas y reclamaciones en contra de esta realidad nacional, que tiene a las municipalidades chilenas absolutamente comprometidas con la gente de su sector. Para este caso ha habido varias soluciones, algunas aportadas por Universidades.
Una de ellas la comenté hace meses en esta columna, refiriéndome a una iniciativa, puesta en práctica por la Universidad San Sebastián de Concepción: La adopción de perros, que de acuerdo a la información que tengo estaba realizándose con éxito por la Escuela de Medicina Veterinaria de ese centro Universitario. Ahora, de parte del alcalde de Maipú, de la región metropolitana surgió una idea bastante aceptable, que comienza a entregar sus primeros frutos.
Se trata de transformar a los perros vagos en perros patrulleros, esto es, capturar perros y entre ellos, elegir a los más adecuados para someterlos a un proceso de aprendizaje, a través de la acción de personas preparadas para capacitarlos, como ayudantes en los compromisos que la policía tiene contra la delincuencia.
El proyecto ya cumplió la primera parte. Está a punto de aprovecharse el éxito. La patrulla policial ya partió en esta hermosa demanda de hacer del perro vago, un auxiliar valioso para carabineros y detectives. La iniciativa, aparte de ser muy inteligente, se nos muestra también como muy realista y pragmática. Transformar a estos animales abandonados en animales útiles, significa ofrecerle a los perros alimentación, cariño y admiración, contrariamente a la actitud de sus amos, que sin ninguna consideración a sus mascotas, los echaron a la calle, para que se alimenten y vaguen, importándoles un bledo, los problemas que unitariamente o en jauría provocan.
La Municipalidad de Maipú nos brinda con su ocurrencia otra fórmula para terminar con un problema urbano, que atenta contra la salud y la seguridad de las personas.