El Presidente estadounidense, Barack Obama, pidió ayer un "cambio" para que "las armas no caigan en las manos de personas peligrosas", en el primer aniversario de la masacre en una escuela de Newtown (Connecticut), donde un joven de 20 años mató a 26 personas.
En su discurso semanal por radio, el Mandatario señaló que "hay que hacer todo lo posible para hacer más segura la vida para los niños" de ese país. También instó a mejorar las ayudas para las personas con problemas mentales.
El 14 de diciembre de 2012 Adam Lanza entró en una escuela primaria de Newtown y mató a tiros a 20 niños de entre seis y siete años y a seis adultos, antes de suicidarse. Antes había matado a su madre.
El aniversario se vio además ensombrecido por un nuevo tiroteo el viernes en Estados Unidos. Un joven de 18 años persiguió en una escuela secundaria de Colorado a un profesor, hirió con su arma a tres compañeros y al final se suicidó.
Los residentes de Newtown recordaron ayer en silencio a las víctimas del año pasado de la escuela Sandy Hook. En la Casa Blanca, Obama y su esposa Michelle encendieron 26 velas y honraron a las víctimas con un minuto de silencio.
Como consignó la agencia DPA, Obama inició tras la masacre una campaña para restringir el acceso a las armas, pero fracasó debido a la oposición de varios estamentos.
Entre ellos, destaca la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA) y parte del Congreso, lo que provocó que la Casa Blanca no haya podido avanzar en sus propuestas para aumentar los exámenes psicológicos de aquellos que quieren adquirir un arma y prohibir la venta de rifles de asalto o cargadores de alta capacidad.
Las iglesias de Newtown tocaron sus campanas 26 veces a la 09.30 local (14.30 GMT), la hora en que comenzó el ataque, y lo mismo ocurrió en el resto del estado, a petición del gobernador, Dannel Malloy, quien también ordenó que las banderas se izaran a media asta. Las autoridades locales no organizaron ceremonias oficiales a fin de evitar revivir el terrible drama y de no atraer a los periodistas, especialmente a las cadenas de televisión, que quisieran entrevistar a ciudadanos y familiares de las víctimas.
"Creo que todavía queda mucho por hacer" sobre el control de armas, señaló Nicole Hockley, en una breve declaración a CNN grabada hace días fuera de la ciudad. La mujer perdió en el tiroteo a su hijo Dillon, de seis años, y desde entonces trabaja en una organización creada en Newtown con este objetivo.
En un esfuerzo por mantener el aniversario concentrado en una reflexión discreta entre los miembros de la comunidad local, la concejal E. Patricia Llodra había anunciado en octubre que Newtown no organizaría ningún acto recordatorio. Según la agencia AP, se solicitó a la prensa que se mantuviera a distancia y se instalaron varios signos con la leyenda "Ningún medio de comunicación", al igual que en las semanas posteriores a la tragedia.
Luto Las campanas doblaron 26 veces a medida que se leía el nombre de cada víctima en la iglesia Santa Rosa de Lima.
Ataque La muerte de 20 niños pequeños y seis educadores fue el saldo de la brutal agresión de Adam Lanza.
Discreción La municipalidad de Newtown reclamó "paz y respeto" a los medios por la privacidad en el aniversario.
Intención Obama se comprometió a impulsar un mayor control de las armas, algo que no ha prosperado en el Congreso.