Tras ocho años en coma, muere el ex premier israelí Ariel Sharon
Mabel González / Agencias
El ex primer ministro israelí Ariel Sharon murió ayer a los 85 años tras pasar algo más de ocho años en coma en un hospital de Tel Aviv. Políticos de todo el mundo se apresuraron a destacar sus logros, pero los palestinos recordaron el dolor provocado por sus "actos criminales".
"Ya está. Se ha ido. Se fue cuando decidió irse". Así hizo pública ante la prensa Gilad Sharon, uno de sus dos hijos, la muerte de su padre desde el hospital de Tel Hashomer en el que se encontraba internado.
El controvertido ex político y militar sufrió un derrame cerebral el 4 de enero de 2006, mientras hacía campaña por su reelección, y desde entonces estaba en coma. En los últimos días luchaba entre la vida y la muerte rodeado de su familia, tras sufrir un fallo multiorgánico, según los médicos.
"Mi querido amigo Ariel Sharon perdió hoy (ayer) su última batalla", confirmó también el Presidente israelí, Shimon Peres, la noticia adelantada por la prensa israelí. Peres alabó a Sharon como un "soldado valiente y un líder audaz, que amaba y su nación y a quien la nación amaba".
Sharon lideró el Gobierno israelí entre 2001 y 2006. El político, venerado como un héroe de guerra, ordenó en 2005 una retirada unilateral de la Franja de Gaza. Tras una disputa con antiguos compañeros políticos abandonó el Likud, el partido de derecha del actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, que había cofundado, para crear en 2005 una nueva formación política, el centrista Kadima.
Netanyahu destacó el papel de Sharon en la defensa de Israel desde la fundación del Estado, y dijo que "su memoria será amada para siempre en el corazón de la nación". "Fue, en primer lugar y sobre todo, un valiente guerrero, un gran líder militar y uno de los mejores comandantes de las Fuerzas Armadas israelíes", citó Ynet, la versión online del diario israelí de mayor tiraje.
Los restos mortales de Sharon serán velados a partir de hoy en una capilla ardiente en la Knesset, el Parlamento israelí, antes de un funeral de Estado que se celebrará mañana. Será enterrado cerca de su rancho en el sur de Israel, informó el Canal 2 de la televisión local.
Sharon había manifestado su deseo de ser enterrado junto a su segunda esposa, Lily, quien falleció de cáncer en 2000. Sharon deja huérfanos dos hijos de ese matrimonio, Omri y Gilad. Su primera mujer, la hermana mayor de Lily, Margalit, murió en un accidente de tránsito y el hijo de ambos murió en sus brazos tras recibir accidentalmente un tiro mientras jugaba con un viejo rifle.
El Presidente de EE.UU., Barack Obama, destacó ayer su amistad con Israel al conocer la muerte de Sharon, al que alabó como un hombre que dedicó su vida al Estado de Israel. Obama expresó sus condolencias a sus familiares y se mostró "firmemente" comprometido con la seguridad de Israel y con "una solución de dos Estados que vivan en paz y seguridad el uno junto al otro".
La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó también la muerte de Sharon, al que calificó de "patriota israelí que consiguió grandes logros para su país". "Con su valiente decisión de retirar a los colonos israelíes de la Franja de Gaza dio un paso histórico para compensar a los palestinos y avanzar a una solución de dos Estados", elogió Merkel. El primer ministro británico, David Cameron, calificó a Sharon de "una de las figuras más significativas de la historia israelí", mientras el Presidente francés, François Hollande, y el presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, presentaron sus condolencias y destacaron el papel clave de Sharon en la historia de Israel. El Presidente ruso, Vladimir Putin, lo alabó como un defensor de su pueblo.
Sin embargo, no todo fueron alabanzas: la agrupación radical palestina Hamas dijo que reza a Alá para que Sharon vaya al infierno. "Rezamos a Alá para que Sharon y todos los líderes sionistas que cometieron masacres contra nuestro pueblo vayan al infierno", señaló la organización en un comunicado. "Cuando el pueblo palestino recuerda a Sharon, sólo recuerda dolor, sangre, tortura, desplazamiento y crímenes", señaló. "Nunca sentiremos pena por su muerte".
Sharon es recordado por los palestinos por su "responsabilidad indirecta" determinada por una comisión israelí en las matanzas perpetradas por las milicias falangistas libanesas en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila, en el sur de Beirut, en 1982 durante la guerra civil de Líbano.