Economía china tiene la cifra de crecimiento más baja en 14 años
Agencias
China alcanzó en 2013 un crecimiento del 7,7%, una cifra que, aunque supera en dos décimas de punto porcentual el objetivo anual del Gobierno de ese país, marca el crecimiento más lento en 14 años y evidencia la necesidad de impulsar el proceso de las reformas.
Según publicó ayer la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el Producto Interno Bruto (PIB) del país alcanzó el año pasado los 9,31 billones de dólares.
Aunque la cifra sobrepasa el objetivo del 7,5% fijado por el Gobierno que encabeza el Presidente chino, Xi Jinping, se trata del crecimiento más lento desde 1999.
En 2013, el cuarto trimestre acentuó el estancamiento, ya que el PIB redujo su crecimiento al 7,7%, después de que en el tercer trimestre hubiera aumentado un 7,8%.
Varios analistas esperan que el crecimiento del país se ralentice este año a medida que el Ejecutivo adopta pasos hacia la conversión de un modelo económico orientado a las inversiones en otro enfocado a aumentar el consumo interno.
La ONE indicó que las ventas al por menor crecieron un 13,1% interanual en 2013, para alcanzar un volumen de 84 billones de dólares.
Además, la producción industrial se expandió un 9,7% en 2013 con respecto al año anterior, según los datos oficiales.
La mayoría de los analistas coincide en que el modelo de crecimiento enfocado al exterior, garante del "boom" de la segunda economía mundial en la última década, se agotó.
Pese a que los bancos chinos, especialmente las cuatro principales entidades estatales, prestaron sumas récord de dinero, tras el estallido de la crisis global financiera con el fin de mantener el crecimiento del país, no se han conseguido grandes resultados y se teme que muchas inversiones hayan sido improductivas.
Esta situación entre los grandes bancos estatales ha aumentado, a su vez, las preocupaciones acerca del creciente número de préstamos concedidos en China por compañías no bancarias, lo que resta transparencia a las líneas de crédito, de manera que el Gobierno planea ya una mayor supervisión de estas prácticas.
Con el objetivo de superar esta fase de paralización, las autoridades chinas han anunciado una serie de reformas en las que el consumo interno tenga más protagonismo y el crecimiento económico sea más estable a largo plazo.
Durante el Plenario del Partido Comunista chino del pasado noviembre, los líderes decidieron abrir el sistema financiero a entidades privadas y reducir el monopolio empresarial estatal en algunos sectores, entre ellos el energético y el ferroviario.
Estas medidas son claves para transformar el modelo, ya que una de las necesidades más apremiantes es facilitar el crédito a las medianas empresas y vertebrar una clase media que aumente el consumo.
El crecimiento registrado en 2013 confirma el enfriamiento gradual de la segunda economía mundial y el agotamiento del modelo de crecimiento basado en las exportaciones al exterior, abre definitivamente una nueva etapa.