Líder ucraniano cede a presiones y promete cambios al Gobierno
Mabel González / Agencias
El Presidente ucraniano, Viktor Yanukovych, prometió ayer una reorganización gubernamental, una amnistía a los activistas detenidos y otras concesiones después de que el país se viera sumido en protestas contra su administración.
En una cita con líderes religiosos, Yanukovych se comprometió a que una reunión especial del Parlamento el próximo martes impulsará cambios en el gabinete, otorgará amnistía a activistas encarcelados y modificará la dura legislación contra las protestas. Al menos dos manifestantes fallecieron esta semana en choques con la policía.
Los inconformes ocuparon ayer un ministerio en la capital y sitiaron varias oficinas de gobernadores en regiones del oeste de la nación, lo que intensificó las presiones sobre el Gobierno federal. Los allanamientos podrían complicar la situación entre los líderes de la oposición y Yanukovych, que ha insistido en que los manifestantes se retiren de otras oficinas administrativas en Kiev que han ocupado durante casi dos meses. La oposición reclama la renuncia de Yanukovych y una convocatoria a elecciones. El Mandatario nombró como jefe del Gabinete a Andriy Kluyev, a quien la oposición culpa de la violencia contra los manifestantes.
Algunos líderes opositores instaron a los inconformes a mantener una inestable tregua posterior a violentas batallas callejeras en Kiev con el fin de evitar nuevos derrames de sangre. Pero dichos líderes fueron abucheados por algunos manifestantes que parecían empeñados en enfrentar a la policía.
La tregua fue respetada en gran medida ayer, pero en la mañana un grupo de inconformes irrumpió en el Ministerio de Política Agrícola sin encontrar resistencia. Los manifestantes dejaron que los trabajadores tomaran sus posesiones pero no les permitieron laborar. "Tenemos que mantener a la gente abrigada", explicó uno de los manifestantes, Andriy Moiseenko, refiriéndose a las temperaturas que cayeron a 20 grados centígrados bajo cero durante la noche. "No podemos dejar que la gente duerma en carpas todo el tiempo".
Las protestas comenzaron hace dos meses cuando Yanukovych abandonó abruptamente un acuerdo de asociación con la Unión Europea para recibir un préstamo de Rusia equivalente a un rescate financiero. Habían sido pacíficas en su mayor parte hasta ahora, pero el domingo se tornaron violentas cuando Yanukovych promovió leyes enérgicas contra las manifestaciones.
Frente a las barricadas emplazadas en un distrito gubernamental en Kiev, docenas de mujeres de mediana edad se aproximaron a las filas policiales repitiendo como letanía "¡Ustedes son nuestros hijos!" '¡No más lágrimas de las madres!". Una de ellas, Oksana Tijomirova, de 48 años, lloraba mientras rogaba a la policía antimotines detener la violencia. "Todos estos son hijos nuestros. Tanto los manifestantes como los policías son hijos de Ucrania", dijo. "He visto gente muerta y mutilada y debemos terminar con eso".
En Lviv, al oeste de Kiev, los manifestantes impidieron que los empleados ingresaran al edificio tras obligar al gobernador, nombrado por Yanukovych, a renunciar. Posteriormente el gobernador Oleh Salo retiró su firma y afirmó que actuó bajo coerción.