Mejoras en educación
Agencias
Como un verdadero fracaso consideró ayer la Unesco la lucha en contra el analfabetismo a nivel mundial. Hoy, según cifras de la entidad, 250 millones de niños siguen sin saber leer, escribir o calcular, aunque muchos de ellos asistieron años a la escuela.
Alrededor de 57 millones de niños no tienen acceso a la educación, según se desprende del Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en el Mundo de 2013-2014 de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentado ayer en la capital de Etiopía, Adís Abeba.
Esta situación se traduce en que, en los países que son considerados como pobres, uno de cada cuatro niños no es capaz de leer ni siquiera una oración completa, afirma la Unesco.
Los motivos para la lamentable situación general de la educación son, además de una grave falta de profesores en los países en desarrollo, la escasa formación de esos docentes y la mala calidad de las clases.
En algunos países hay clases con más de 100 alumnos. "Yo misma impartí una clase con más de 230 niños sentados bajo un árbol, porque no había aulas", explicó la profesora malauí Esnart Chapomba. A menudo, diez niños se ven obligados a compartir un solo libro de texto.
Especialmente afectada por la escasez de profesores que se ve en el Africa subsahariana, donde la explosión demográfica no va acompañada de una política de educación.
En 2011, en esa región el 22% de los niños no asistieron a la escuela. Muchos de ellos viven en países en conflicto. "Las más afectadas son las niñas y jóvenes", explicó la subdirectora de la Unesco, Getachew Engida.
Una de las excepciones es Etiopía, donde el gobierno y quienes le prestan ayuda al desarrollo lograron reducir en tres cuartas partes el número de niños sin acceso a la escuela en los últimos 15 años.
También el sur y oeste de Asia registraron una evolución positiva.
En América Latina y el Caribe, alrededor del 10% de los niños en edad de asistir a la escuela primaria no está adquiriendo las competencias básicas en lectura, afirma la Unesco. Esa proporción va desde el 4% en México hasta el 25% en Guatemala o el 40% en Nicaragua.
Según la Unesco, en general Latinoamérica y el Caribe están cerca de lograr una matriculación universal en la educación primaria, con una tasa de 95%, pese a lo cual "aún hay más de 2,5 millones de niños fuera de la escuela en la región".
"Además, la evaluación de si la educación primaria universal ha sido lograda debe basarse en medidas de finalización en vez de matriculación, que a menudo dan un panorama optimista engañoso", advirtió el reporte.
Por otra parte, aproximadamente 3 de cada 10 niños de esta región no están adquiriendo los conocimientos básicos que se imparten en matemáticas.
El informe también muestra desigualdades relacionadas con el estatus económico en nuestra región.
A modo de ejemplificación, en Haití, sólo el 42% de los jóvenes más pobres sabía leer y escribir, en comparación con el 92% de los más ricos.
Para que todos los niños del mundo pudieran terminar la educación secundaria, desde 2011 hasta 2015 deberían emplearse 5,2 millones de nuevos profesores, según consignó también en su reporte la Unesco. Pero se trata de una profesión poco atractiva en países como Liberia o Guinea Bissau, donde los maestros ganan menos de diez dólares al día y se ven obligados a tener otros trabajos para poder mantener a sus familias, dados los bajos salarios que reciben, en comparación con otros países de Europa u otros de la misma América Latina.
Finalmente, la asesora especial de la ONU para los planes de desarrollo, Amina Mohammed, manifestó que "Los resultados del informe deben enfurecernos a todos".
"Todavía tenemos ante nosotros un largo camino", agregó la encargada de Naciones Unidas.
A pesar de los números negativos presentados ayer por la Unesco, en países como Benin, Ruanda, Etiopía, Vietnam y Laos se registraron grandes avances en educación. "La crisis mundial del aprendizaje tiene un costo anual para los gobiernos de 129.000 millones de dólares estadounidenses", apunta el informe. "Un 10% del gasto mundial en enseñanza primaria se pierde en educación de mala calidad que no garantiza que los niños aprendan", agrega el escrito.