Santos ordena indagar espionaje a delegados de paz
El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, negó que su administración tenga alguna responsabilidad en un presunto espionaje y ordenó una vasta investigación para determinar a los responsables de seguimientos ilegales a miembros de su equipo negociador de paz y a por lo menos dos políticos.
El caso de espionaje a correos electrónicos y mensajes de texto fue denunciado el lunes por la noche en un reportaje de la revista "Semana".
"La inteligencia es una obligación del Estado, del Gobierno. Hacer inteligencia de forma lícita contra los enemigos del Estado es una obligación... (pero) lo que no es aceptable bajo ningún punto de vista es que esa inteligencia se haga contra ciudadanos legítimos... mucho menos contra funcionarios del Estado", dijo Santos.
"Aparentemente se estaba haciendo inteligencia, específicamente a los negociadores... es algo totalmente inaceptable", añadió el Presidente, quien no respondió preguntas.
Sólo destacó que tenía datos que indicaban que hace 10 días las autoridades allanaron el local desde donde supuestamente se realizaba ese espionaje. "¿Por qué se demoraron 10 días, por qué súbitamente anoche tarde (lunes) se divulgó esta información y quien la filtró y con qué objetivo?", dijo Santos, e informó que ordenó al actual titular de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y a los comandantes militares investigar el caso. "Eso es lo que quiero que se investigue... qué fuerzas oscuras, si hay ruedas sueltas dentro del Ejército", añadió al decir que aparentemente se buscaba era sabotear el proceso de paz que adelanta su administración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde fines del 2012 en Cuba.
De acuerdo con la revista "Semana", citando fuentes confidenciales, desde septiembre del 2012 a octubre del 2013 funcionó en un local comercial en Bogotá, que aparentaba ser un pequeño restaurante y centro de informática, un punto de acopio ilegal de datos al mando de un capitán del Ejército, con personal uniformado y jóvenes civiles hackers que monitoreaban correos electrónicos y mensajes de texto de Humberto De la Calle, jefe del equipo negociador de paz de Santos.