La madrugada del 27 de febrero de 2010 será recordada en Chillán no sólo por la magnitud de terremoto que azotó a la provincia y a la mitad de Chile. También porque ese día se produjo la fuga de reos más grande en la historia penitenciaria de Chile.
En total, producto de la caída de uno de los muros del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chillán, se fugaron 269 reclusos, de los cuales a la fecha, se mantienen prófugos cinco de ellos, quienes a pesar de su baja peligrosidad, se ubican entre los delincuentes más buscados de Ñuble.
Se trata de Esteban Rebolledo quien cumplía dos condenas de robo con fuerza y aún debía cumplir 5 años y tres meses de condena. Favio Miranda Escobar, condenado por dos delitos de robo con fuerza y que aún debía cumplir una pena de 4 años de presidio. También huyó de la cárcel y aún no ah sido capturado, Edy Shibar Fuentes, condenado por el delito de robo en bienes nacionales de uso público, a quien le faltaba 1 año y tres meses de presidio.
Mientras que en esa misma situación se encuentran los imputados Magno Sandoval y Michael Silva, ambos condenados por tráfico de drogas.
Además del gran daño que sufrió la cárcel y la posterior fuga de los reclusos, y que costó la vida de cuatro internos, estos en su huida incendiaron seis viviendas ubicadas a un costado del Centro de Cumplimiento Penitenciario dejando 19 personas damnificadas. Pero también hurtaron vestimentas, dinero e intentaron robar sus automóviles para emprender la fuga.
A más de cuatro años del los hechos, y a pesar de los innumerables esfuerzos que se han realizado por recapturar a los reclusos, 5 de ellos continúan prófugos. Sin embargo se siguen las diligencias para dar con sus paraderos.
Al respecto, el director regional de Gendarmería, Pablo Toro Fernández, comentó que desde la fuga de los reos, como institución se han abocado desde el primer momento a lograr la captura. "A partir de ese momento se generó un complejo ejercicio de colaboración con policías y servicios de inteligencia para dar con el paradero de los prófugos. Si las primeras horas marcaron la recaptura inmediata del grueso de los fugados, lo que viene es un intercambio, chequeo y análisis permanente de información que facilitó el trabajo de búsqueda, acercándonos a puntos referenciales e información clave para dar con testigos claves".
Pablo Toro además resaltó que hasta la fecha se ha logrado la captura de la mayoría de los fugados a través de un trabajo que se ha extendido hasta más allá de las fronteras.
"Es destacable la celeridad y eficiencia, con que nuestros equipos técnicos operan, tanto dentro como fuera de los recintos penales, facilitando capturas generadas incluso fuera de las fronteras chilenas y en latitudes extremas del país", sostuvo el director regional de Gendarmería.
Toro resaltó además que otro de los esfuerzos que se realizó con celeridad, fue la reconstrucción de la unidad con recursos de emergencia por más de $374 millones y que permitieron que continúe en funcionamiento.
Sin duda uno de los grandes problemas que enfrenta Chillán es el emplazamiento del penal, resistido por la comunidad y mucho más aún desde la masiva fuga de reclusos. Es por eso que el 20 de agosto de 2012, en una de sus visitas realizadas por el Presidente Sebastián Piñera, se comprometió a sacar el recinto penitenciario del centro de la ciudad. Sin embargo, tal situación no se concretó bajo su mandato, siendo uno de los principales factores, los problemas para encontrar un terreno adecuado para su construcción. Esto generó una férrea oposición de parlamentarios y de alcaldes que resisten la construcción en sus comunas.