El espacio aéreo en Chile
Pamela De Vicenzi T.
La realidad actual de los drones -aparatos aéreos no tripulados- y sus posibilidades futuras parecen alejarse cada vez más de sus orígenes como artefactos bélicos.
La capacidad de estas máquinas de llegar a lugares de difícil acceso provocó el interés de empresas como Facebook para expandir sus redes a todo el planeta. Recientemente, el gobierno chino anunció que los drones ayudarán a combatir la contaminación ambiental de manera efectiva.
Su uso también se amplió al registro audiovisual de la naturaleza: un video de delfines y ballenas nadando en el mar y captado gracias a un drone tiene más de un millón de visitas en YouTube.
En la era de la tecnología avanzada, actualmente los drones están siendo utilizados para el beneficio de la sociedad. Sin embargo, los comienzos de estas naves se remontan a las guerras del siglo XX.
La invención de los drones partió con un fin bélico y sus "antepasados" se remontan, incluso, a los tiempos de la Primera Guerra Mundial. General Motors construyó un artefacto que podría ser el origen del concepto: en 1917, Charles Kettering, jefe de Investigación de la compañía, desarrolló un biplano al que denominó "torpedo aéreo" y cuya misión era ubicarse en un lugar programado y caer sobre el enemigo como una bomba.
En la última década, las fuerzas armadas estadounidenses llevaron el concepto a un nuevo nivel, con la fabricación de equipos controlados en tiempo real de manera remota y que también fueron utilizados para que los pilotos y artilleros ensayaran ataques aéreos. Luego fueron agregando otras armas como bombas de mayor alcance y misiles.
Con el tiempo los fabricantes de drones afinaron los recursos tecnológicos y no sólo se mejoró la operación remota de los aparatos. Hoy se pueden ver aviones sin piloto con una gran capacidad de autonomía, con sistemas de geolocalización y con materiales que permiten mayor velocidad, resistencia para permanecer en el aire y llegar a lugares difíciles de alcanzar para los aviones comunes.
Ahora, estos equipos están entrando en áreas insospechadas. Por ejemplo, la contaminación atmosférica en China. Allí, los drones "combatirán el smog", tal como anunciaron las autoridades chinas, quienes empezarán a realizar pruebas para un tipo de vehículo aéreo que "limpie el cielo", capaz de arrastrar alrededor de 700 kilos de material suspendido en el smog.
El avión que se utilizará se conoce como "parafoil". Los ensayos para la "guerra contra la polución" se realizarán en los aeropuertos y puertos del país asiático.
Al otro lado del mundo, Mark Zuckerberg -quien hace unos días anunció la adquisición de WhatsApp por parte de Facebook-, patrocinará una iniciativa para que cinco mil millones de habitantes puedan disfrutar de la conectividad a internet. Una de sus herramientas: drones.
De acuerdo al sitio TechCrunch, el fundador de Facebook comenzó las negociaciones para adquirir la compañía Titan Aerospace, que fabrica drones Solara 60, que funcionan con la energía del sol y que pueden volar durante cinco años sin necesidad de aterrizar.
El objetivo de este proyecto es permitir esos equipos lleven una señal que llegue a países que no cuenten con acceso a la red, sobre todo en sectores de Africa. Para ello, el CEO de la conocida red social invertirá 60 millones de dólares en la adquisición, con la meta de construir 11 mil aviones.
No es todo: hace algunas semanas, Amazon anunció que esta probando tecnología de drones para incorporarlos en su cadena de despacho de productos a los clientes.
La utilización de artefactos voladores en nuestro país está regulada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), entidad que establece la prohibición de sobrevolar lugares poblados. En el caso de los campos abiertos, se necesita la autorización de la DGAC. En caso contrario, las sanciones están entre 541 días y cinco años de presidio o reclusión menor y multas entre 21 y 100 millones de pesos. La excepción corre sólo para los aviones utilizados en aeromodelismo.