Cambio de Gobierno
El mandato de Piñera culmina en el contexto de un país ordenado y con cifras azules. La nueva administración parte con respaldo parlamentario para sus reformas.
Hoy nuestro país vive un importante proceso de transición democrática entre un gobierno de la Coalición por el Cambio, que por 4 años lideró el Presidente Sebastián Piñera, para dar paso a la segunda administración de la Presidenta electa Michelle Bachelet, esta vez apoyada por la Nueva Mayoría.
Desde que se conocieran en diciembre el resultado de las elecciones presidenciales que le dieron la victoria a la ex Mandataria con un 62,16% de respaldo electoral, el actual gobierno ha preparado de manera transparente el traspaso, por la vía de pedir a cada ministerio un detalle de los proyectos avanzados y pendientes, y reuniones con sus sucesores, de tal manera que la labor del gobierno mantenga una continuidad. Lo anterior demuestra la seriedad con que la administración Piñera cierra su mandato, el que por lo demás refleja cifras importantes como parte de su gestión. El Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr) promedio entre 2010 y 2013 alcanzó a $83 mil 618 millones, lo que se traduce en una inversión per cápita -sólo para la provincia de Ñuble- de $132.864 durante los 4 años de gobierno. En cuanto a Ingreso Ético Familiar, 7.540 personas ingresaron a dicho programa en la Región y 10.811 personas accedieron a los beneficios del post natal de 6 meses. En cuanto a Reconstrucción, uno de los ejes de la gestión post 27/F, el gobierno logró entregar 78 mil viviendas, 7.800 siguen en construcción y 124 aún deben iniciar obras, lo que se traduce en un avance del 99%. En cuanto a cifras de empleabilidad, en los últimos 4 años se crearon 54.665 puestos de trabajo en la Región, 70 mil emprendimientos han recibido el apoyo estatal, mientras que el índice de desempleo regional -que alcanza hoy al 7,5%- es uno de los más bajos en los últimos 15 años.
Para Ñuble, quedan como legado del gobierno de Piñera la aprobación de fondos para la construcción del Teatro Municipal de Chillán, la inversión en el mejoramiento del Aeródromo de Chillán y el llamado a licitación internacional del futuro Hospital San Juan de Dios, a lo que se suma el Embalse Punilla, el segundo más gran del país y que regulará los recursos hídricos del río Ñuble, generando un 85% de seguridad de riego para los agricultores de la zona. En la otra vereda siguen pendientes la construcción de una nueva cárcel concesionada para Ñuble, las críticas por el funcionamiento de Cotrisa y mayores medidas de protección a la agricultura interna en desmedro de las importaciones.
Lo trascendente hoy es que el nuevo gobierno recibe una administración de manera ordenada, que bien habla de la democracia de nuestro país, y puede empezar una labor en beneficio de los chilenos con cifras azules y un apoyo parlamentario que le permitirá avanzar en las reformas plantadas en su programa de trabajo para los próximos 4 años.