Escuchando el informe de factibilidad
Las instituciones públicas muestran progresos, a la luz de una fiscalización realizada por el Consejo para la Transparencia, pero aún tiene camino por recorrer, porque hay barreras que se mantienen.
Quedó claro que Ñuble necesita liberarse de la octava región y que Concepción no estaba de acuerdo.
Fueron dos horas de expresión oral, escrita y análisis de un informe leído y comentado, el pasado miércoles 4 de marzo, frente a un conglomerado de interesados auditores y entusiastas partidarios y adherentes a la idea de transformar nuestra provincia en Región.
Los protagonistas obviamente fueron los integrantes de la comisión universitaria penquista, quienes después de medio año de trabajo, vinieron a dar una cuenta detallada del informe de factibilidad de Ñuble para ser Región, informe que la Subdere había solicitado.
Después de haber escuchado a cada uno de los relatores, considerando todas las variables que un proyecto de esta naturaleza amerita, se procedió a ofrecer la palabra a los asistentes. Era obvio que esa parte iba a ser intensa y dinámica, si estimamos que sus participantes iban a ser autoridades políticas, gremiales, sociales, educacionales, culturales, empezando desde luego por el Intendente Regional, los Alcaldes, los Concejales, los Consejeros y los propios directivos del Comité Ñuble Región, liderados por Hérex Fuentes, su presidente.
Intensa, dinámica y a ratos confrontacional, esta fase aclaró muchas dudas y permitió refrendar muchas de las aspiraciones de los partidarios de este proyecto. Apreciamos la proyección que éste tiene en la mentalidad colectiva y las razones por las cuales ya la idea se posicionó definitivamente, pensando que después de esta instancia, el proyecto se traslada al ámbito político donde otras variables comienzan a intervenir. Quedó claro que Ñuble necesita liberarse de la octava región y también quedó claro, que Concepción como capital regional no estaba de acuerdo con tal aspiración, por la cual la región del Bio Bio pierde territorio y medio millón de personas.
También quedó claro que Ñuble tiene una identidad, que le exige una autonomía mayor, que la que actualmente tiene como provincia dependiente de una región que resultó desde el punto administrativo y como capital regional, más agresiva que la capital nacional. Por supuesto, que en el intercambio de ideas hubo algunas esperanzas, como suponer, por ejemplo, que como capital regional, seremos igualmente indiferentes ante el destino de nuestras comunas o poner más énfasis en los costos que en los beneficios, que el país gana ascendiendo a Ñuble como Región. Con seguridad se afianzará nuestra condición agropecuaria y cultural.
Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.