Mabel González / Agencias
Fuerzas prorrusas tomaron ayer sin violencia el cuartel general de la Armada ucraniana en Sebastopol y arrestaron provisionalmente a su comandante en jefe, Serguei Gaiduk, mientras las instituciones rusas allanaban el camino para que se haga efectiva la adhesión de la península de Crimea tras el referéndum celebrado el domingo.
Las fuerzas prorrusas tomaron el control del cuartel general de la Marina en Sebastopol, tras lo cual unos 50 soldados y sus comandantes abandonaron el edificio, en una operación sin violencia ni heridos en la que la bandera ucraniana fue reemplazada por la de Rusia.
Gaiduk, que salió del cuartel vestido con ropa deportiva, fue arrestado ayer por la mañana debido a que, según la Fiscalía crimea, "hay preguntas que tiene que contestar". Según los fiscales, Gaiduk "transmitió a las unidades militares de Ucrania (en Crimea) una orden proveniente de Kiev de emplear las armas contra la población civil".
Por la tarde, el Presidente interino de Ucrania, Alexander Turchinov, dio un ultimátum de tres horas a las fuerzas prorrusas para su puesta en libertad y la de otros "rehenes". El Gobierno ucraniano advertía que si no se cumplía esta exigencia, Ucrania tomaría "medidas adecuadas".
Según informaciones ucranianas, fuerzas prorrusas intentaron además asaltar con un tractor una base ucraniana cerca de Eupatoria, en el oeste de Crimea.
Mientras tanto, Moscú avanzaba ayer en la integración de Crimea a su territorio tras la firma del tratado de anexión de la península que se produjo el martes. La Corte Constitucional dio su visto bueno ayer al documento, según anunció el presidente del tribunal, Valeri Sorkin, en San Petersburgo. "La decisión se tomó de forma unánime", indicó a la agencia Interfax tras la sesión a puerta cerrada.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, había presentado el tratado a la Corte para su estudio. Ahora el texto tiene que ser ratificado por la Duma Estatal (cámara baja), previsiblemente hoy, y por el Consejo de la Federación (cámara alta), un día después.
Por el momento, Rusia comenzó ya a extener pasaportes a la península ucraniana de Crimea. "Todos los residentes de Crimea que se dirijan a las autoridades obtendrán un pasaporte en el que consta que desde ayer (martes) son ciudadanos de la Federación Rusa", dijo el director del departamento de Inmigración, Konstantin Romodanovski.
Ucrania y los países occidentales no reconocen la legalidad del referéndum en el que los crimeos votaron a favor de unirse a Rusia, ni tampoco el tratado de anexión rubricado el martes en Moscú. Tanto EE.UU. como la Unión Europea y Japón anunciaron esta semana sanciones contra Moscú, a las que ayer se unió Australia, que bloqueó las cuentas y prohibió la entrada al país a 12 funcionarios.
El Gobierno británico quiere ir un paso más allá: según su primer ministro, David Cameron, el G7 debería considerar expulsar a Rusia del G8 cuando los líderes de las siete naciones se reúnan la próxima semana en La Haya.
El Ejecutivo alemán, por su parte, frenó por el momento el contrato de una empresa germana para la construcción de un centro de entrenamiento militar para el Ejército ruso. "En la situación actual, el Gobierno no considera justificable las exportaciones para el centro de entrenamiento militar en Rusia", dijo el Ministerio de Defensa en respuesta a una pregunta de DPA.
Pero más allá de esta medida, el Gobierno alemán descarta que en la cumbre de la Unión Europea de hoy y mañana en Bruselas se vaya a aprobar un endurecimiento de las sanciones contra Rusia.
"El nivel tres del plan de sanciones acordado a principio de marzo sólo provocaría una nueva desestabilización en Crimea", explicaron círculos próximos al Gobierno. "Sin embargo, se hablará probablemente sobre acordar medidas adicionales del nivel dos, es decir, limitaciones de viajes y congelar cuentas", agregaron.
La Unión Europea anunció ayer la entrega de otros mil millones de euros (US$ 1.390 millones) de ayuda financiera a Ucrania, siempre que el Gobierno de Kiev implemente reformas, informó el comisario europeo de Asuntos Monetarios, Olli Rehn. Esos ml millones de euros se unirán a otros 610 millones de euros de ayuda ya aprobados, ambos parte de un paquete de ayudas de 11 mil millones de euros (US$ 15,2 mil millones) que Bruselas pondrá a disposición de Kiev en los próximos años.