Expertos no descartan que pueda ocurrir un megasismo en la zona
Carolina Collins
Luego que el pasado 16 de marzo comenzó una oleada de eventos sísmicos en la zona extrema norte del país, los expertos advirtieron que se esperaba que se registrara un gran sismo. Ayer, tras el terremoto ocurrido, reiteraron la advertencia.
Mark Simons, geofísico del Instituto de Tecnología de California, manifestó que "creemos que habrá otro terremoto en Chile". Por su parte, el director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, coincidió con el experto y explicó que luego de la energía liberada el martes por la noche, hay posibilidades de que ocurra un terremoto de mayor magnitud o dos similares al de 8,2 grados, pero que no es posible determinar con certeza cuándo ocurrirá.
Los expertos han llegado a asegurar que la llamada "laguna sísmica", que corresponde a una escasez de movimientos sísmicos, permite prever que la energía acumulada por el roce de las placas de Nazca y Sudamericana no fue liberada por completo en el terremoto del martes. Por eso, han podido proyectar que podrían ocurrir dos sismos similares al de 8,2 Richter, o uno de grandes magnitudes.
"Podría ser mañana, podría ser en 50 años, no sabemos cuándo va a ocurrir. Pero el punto clave aquí es que esta magnitud 8,2 no es el gran terremoto que esperábamos para esta área. De hecho, estamos todavía esperando potencialmente un terremoto aún más grande", dijo Mark Simons.
La sismóloga de la Universidad de Santiago Paulina González, por su parte, explicó a este medio que los especialistas no pueden precisar si efectivamente el del martes es el gran terremoto que se estaba esperando. "Se esperaba uno magnitud mayor, de 8,5 a 9 grados, dados los antecedentes del último ocurrido en la zona en 1877", dijo. Y aclaró que "eso no significa que este no sea" el terremoto que se esperaba. La sismóloga ejemplificó con el caso del terremoto de Valparaíso, ocurrido en 1985. La experta explicó que en esa zona ocurre un terremoto mayor a 8 grados de magnitud cada 85 a 90 años, por lo que se esperaba un sismo mayo al que se generó el del 3 de marzo de 1987, que fue de 7,8 grados Richter. González agregó que desde eso "han pasado casi 30 años y todavía no ocurre el mayor que 8, entonces quizás ese era y no lo sabemos".
Paulina González explicó que la oleada de sismos de mediana intensidad posteriores al 16 de marzo, que suman más de 400, "sí contribuye a la liberación de energía, pero un terremoto grande libera muchísima más que los eventos que han ocurrido hasta ahora". La experta añadió que un sismo de magnitud 8,7 u 8,9 es 20 o 30 veces más grande que el 8,2.
La sismóloga explicó que se llama "zona de fractura" al lugar donde ocurre el sismo principal y las réplicas y que la zona de falla depende de la magnitud del terremoto. Eso quiere decir que si el nuevo terremoto es de mayor magnitud, afectaría a una mayor extensión del territorio. La experta calculó que si un sismo afectara a los 600 km que conforman la fractura, se percibiría entre Arica y Tocopilla.
El sismo del martes, en cambio, sólo afectó 200 kilómetros y eso se debe a su magnitud. "Entonces un 8,9 afectaría una zona de falla de 500 o 600 kilómetros", dijo la sismóloga, quien agregó que el terremoto de Valdivia, de 1960, que fue de 9,5 grados, tuvo una zona de fractura de más de mil kilómetros. Sin embargo, la experta explicó que para que ocurra un sismo de esa magnitud, se necesitan muchos años de acumulación de energía.
González agregó que si el próximo sismo sucede en la misma zona, no habría suficiente energía acumulada como para producir un mega terremoto. Sin embargo, si el sismo ocurre en el límite norte o sur de la falla actual, "ahí no podemos saber de qué magnitudes podría ser, porque no hay suficientes antecedentes para inferir cómo sería el comportamiento en la zona".
El director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, Luis Cifuentes, indicó que no se puede saber a ciencia cierta cuánta energía fue liberada, pero hizo hincapié en que el martes no se desató "toda la energía que esperábamos que se liberara".
El gran sismo Desde el USGS aseguraron que este no era el gran terremoto que se esperaba en la zona norte del país, por lo que prevén que se registre un nuevo sismo.
Para el director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, Luis Cifuentes, Chile está preparado para los sismos, pero no necesariamente para uno más grande. El experto explicó que este sismo fue ocho veces menor que el del 27 F. "Yo creo que estamos mejor preparados que el 2010, pero no estamos totalmente preparados", dijo. Y agregó: "Iquique está aislado, en Arica no sonaron las alarmas porque dependen de la energía eléctrica". Cifuentes destacó que la gente ya sabe cómo actuar frente a un sismo, pero hizo hincapié en que eso "revela que hay algunos aspectos que no estamos tomando con la seriedad que necesitamos".
Laguna sísmica Es el período de tiempo de escasez de sismos. En ese tiempo se acumula energía que luego debe ser liberada a través de terremotos. Este fenómeno ocurre en el norte.
Incertidumbre Pese a que los expertos creen que ocurrirá otro sismo, no tienen certeza sobre cuándo sucederá. Podría ser durante estos días o en los próximos 50 años.
Menor magnitud Según los expertos, el sismo del 27 de febrero de 2010 fue 20 y hasta 30 veces más grande que el que ocurrió en el norte de Chile el martes 1 de abril.