Las dificultades que complican el día a día en Las Mariposas
Andrés Mass Olate
"En horas punta nos podemos llegar a demorar hasta 45 minutos hacia el centro de la ciudad, cuando ese viaje debería tardar a lo más 20 minutos". Con esas palabras grafica Manuel Figueroa, presidente de las juntas de vecinos del sector oriente de Chillán, lo complicado que se les ha vuelto movilizarse desde y hacia el sector céntrico. Y de paso, dejando al descubierto uno de los mayores problemas que los afecta: la congestión vehicular.
No obstante a volver a estar en el tapete durante el último mes debido a la vuelta de los estudiantes a clases y la necesidad de contar con vías alternativas a la Avenida Alonso de Ercilla, única calle que conecta con el sector nororiente, la comunidad desde hace tiempo viene pidiendo una solución que permita hacer más expedito el traslado de una parte importante de los habitantes de la capital de Ñuble.
Al respecto, Manuel Figueroa precisó que nuestra organización desde el 2005 que está buscando alternativas para mejorar el problema de la conectividad. En ese sentido, el dirigente vecinal afirmó que "en esa fecha le propuse a Aldo Bernucci que hiciéramos un puente que uniera la Galilea con la Doña Francisca I,II y III, sin resultados positivos".
Luego de ese primer intento, Figueroa aseguró que "durante el 2008 pidió a las autoridades edilicias la apertura de la Circunvalación para acceder por atrás a Diagonal Las Termas, e incluso envió una carta al expresidente Piñera, solicitándole el ensanchamiento de Alonso de Ercilla".
Si bien es cierto, reconoce que el proyecto de arreglos de Alonso de Ercilla ya cuenta con los estudios de prefactibilidad en marcha, el representante vecinal lamentó la excesiva demora de las autoridades para solucionar este gran problema. "No entiendo que desde el 2005 a la fecha no podamos contar con una solución definitiva para este verdadero dolor de cabeza", lanzó.
Pero cuáles fueron las causas que llevaron a este sector a convertirse en una zona que vive a diario un verdadero caos vial. Al respecto, Roberto Misene, arquitecto y exasesor urbanístico del municipio de Chillán, afirmó que en un primer momento el sector de Las Mariposas se fue poblando, gracias a la existencia de los llamado loteos brujos (la gente habitaba los terrenos sin ser sus dueños legales), lo que fue generando un crecimiento sin ningún tipo de planificación. Por lo anterior, y como una manera de comenzar a ordenar la situación, "en el plano regulador de la intercomuna Chillán-Chillán Viejo (1992) se reconoce a esta zona como urbana", explicó.
Al ser consultado respecto a qué pasos se siguieron desde ese momento para regularizar y organizar los asentamientos en la ciudad, Misene puntualizó que una vez que se aprobó el Plan Intercomunal, "el municipio al mando de Aldo Bernucci encargó los estudios pertinentes para proceder a la actualización del plano de Chillán", sentenció.
Lo anterior, afirmó el profesional, incluyó las respectivas licitaciones para los estudios y la posterior puesta en marcha, incluida la socialización de la iniciativa a la comunidad, tal como lo establece la normativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, "llegando hasta esta fase, pues después hubo cambio de alcalde", precisó.
Pero no sólo dificultades en el desplazamiento, desde y hacia el centro, deben enfrentar los vecinos del sector de Las Mariposas. Después de las últimas villas (Doña Javiera y Victoria), camino hacia la Universidad Adventista, sus habitantes enfrentan otra clase de deficiencias. Problemas de iluminación, recolección de basura, falta de conectividad, y edificaciones al margen de la normativa vigente, son parte del variado menú de complejidades con las que deben convivir a diario.
En ese sentido, Marco Sepúlveda, presidente de la Junta de Vecinos "Los Barriales", precisa sus principales deficiencias, asegurando de paso, "sentirse un tanto excluidos del progreso" .
"Hace más de un año que tenemos un número importante de nuestra iluminación con problemas, y aunque he ido al municipio, todavía no tenemos solución". A su vez, el representante vecinal lamentó el no poder contar con una sede para instalarse en el sector, y aunque en ese aspecto reconoce el apoyo brindado por la administración Zarzar, subrayó que "lamentablemente no hemos podido encontrar a nadie que esté dispuesto a vender un terreno".
Sin embargo, uno de los temas que preocupa sobremanera a las 150 familias que habitan el lugar tiene relación con lo que deben vivir los vecinos del Sector Las Vegas. Lo anterior, precisó Sepúlveda, "ya que no tienen acceso a un camino público donde puedan ingresar por ejemplo, ambulancias, lo que obliga en casos a que las personas requieran atención médica a ser llevados en carretelas u otros medios".
Sobre el particular, el representante vecinal señaló que "lamentablemente perdimos un recurso judicial, en el que pedíamos que desde el Fundo Los Puquios se abriera un acceso y pudiéramos circular libremente".
Y por si fuera poco, parte de los habitantes de la zona deben enfrentar constantemente problemas con la presión del agua potable que abastece sus viviendas.
Sobre el particular, Sepúlveda puntualizó que "acá tenemos agua potable rural, pero debido a que últimamente ha ido creciendo la cantidad de habitantes, nos ha traído serias dificultades a la hora de ocupar las lavadoras o los calefont, sobre todo en la mañana".
Otra de las dificultades que desde hace un tiempo han debido enfrentar los habitantes del sector apunta a la cada vez más frecuente construcción de viviendas en terrenos que no cumplen con la normativa respectiva.
En ese sentido, Joel Marchant, presidente de la Junta de Vecinos 25 R (cercana al la Universidad Adventista), precisó la situación, y de paso, criticó a las autoridades por no fiscalizar el cumplimiento de la ley. "Últimamente hemos sido testigos de la cada vez más frecuente instalación de casas en sitios de menos de 600 metros cuadrados, que contravienen abiertamente la Ley Orgánica Municipal sobre la materia, anormalidad que he denunciado, y por la que he recibido amenazas contra mi integridad física", precisó Marchant.
Por lo anterior, el representante de los vecinos exhortó a las autoridades a fiscalizar como corresponde y así evitar que se deteriore la armonía urbanística, "que tanto nos ha costado conseguir".
"En un primer momento, Las Mariposas se fue poblando a través de loteos brujos, lo que fue generando un crecimiento sin ningún tipo de planificación".
Roberto Misene
Ex asesor urbanista de Chillán.
Según Roberto Misene las principales soluciones para superar el atochamiento vehicular apuntan necesariamente al ensanchamiento y la implementación de una vía alternativa a Avenida Alonso de Ercilla. Además, explicó que "se requiere que el municipio haga cumplir con lo que establece la normativa urbanística, en orden a exigir a los loteadores (constructoras) que, aparte de implementar las vías al interior del conjunto habitacional, asuman la pavimentación de al menos la mitad de la vía que está frente al conjunto habitacional". No obstante, lamentó, "eso no se ha estado exigiendo, lo que ha ayudado a generar en parte el problema vial", cerró.
Falta de alternativas
Actualmente, para acceder al sector de Las Mariposas, los vecinos cuentan con una sola vía: la Avenida Alonso de Ercilla, que debido al aumento de la población se ha visto colapsada, principalmente en las horas punta.
Dificultades
Problemas de iluminación, recolección de basura, falta de conectividad y edificaciones al margen de la normativa vigente, son parte del variado menú de complejidades con las que deben convivir a diario.
Problema de espacios
Roberto Misene, arquitecto y exasesor urbanístico de Chillán, puntualizó lo que ha su juicio son parte de las carencias que sufren los habitantes de Las Mariposas. En ese sentido, criticó la falta de espacios comunes donde pueda converger la comunidad (plazas, recintos deportivos, recreativos). Lo anterior, "los hace estar una condición de aislamiento, similar a la que ostentan desde sus primeros años, lo que es "preocupante", cerró.