Reforma Educacional
Existe consenso respecto de la necesidad de realizar cambios profundos en el sistema educacional chileno, pero es necesaria mayor claridad respecto de lo que la reforma impulsará.
Aunque aún no ha sido presentada con detalle a los legisladores, la Reforma Educacional se mantiene en la agenda pública rodeada de varias polémicas, que se tensionan en la medida en que más opiniones políticas se vierten en torno a ella. Pasa especialmente después que los medios de comunicación deben informar sobre los resultados de las reuniones que ha sostenido el ministro con diferentes actores relacionados con el sector.
Gratuidad universitaria, desmunicipalización, fin del copago en la subvención escolar, término de la selección de ingreso a liceos emblemáticos, apoyo a la enseñanza preescolar, lucro; entre otras palabras, son las que integran gran parte de esas controversias y que en conjunto provocan incertidumbre frente a lo que va a suceder en una de las áreas más importantes del quehacer nacional.
El tema se palpa especialmente en nuestra Región con respecto de la situación que enfrenta la Universidad de Concepción en su calidad de casa de estudios tradicional, no estatal. Pero también se deja sentir entre los rectores de las demás universidades y entre los sostenedores de colegios particulares subvencionados, que hoy atienden a la mayoría de los niños y jóvenes en edad escolar del Bío Bío. En general para ellos hay una nebulosa que puede frenar el proceso normal de postulaciones y de preparación para el próximo año académico-escolar.
Por supuesto que esta inestabilidad no resulta positiva, aunque exista consenso respecto de la necesidad de realizar cambios profundos en el sistema educacional chileno, para que vuelva a ser un motor de movilidad social y de progreso para las personas y no un reflejo de la desigualdad social.
Es necesario, entonces, que se produzca mayor claridad pronto respecto de los cambios que la reforma impulsará, para que exista en torno a ellos un diálogo más técnico y centrado en aspectos como la formación de los profesores y el trabajo dentro del aula, que son áreas cruciales a la hora de hablar de calidad y eficacia en el proceso de enseñanza-aprendizaje; pero que hasta ahora no han sido abordados con la adecuada profundidad. Desde nuestra Región, como en todo el país, se espera una discusión más clarificadora al respecto.