Una jornada marcada por una densa neblina y bajas temperaturas obligaron a los habitantes de nuestra ciudad a recurrir a bufandas, gorros de lana, y abrigos para hacer frente al frío que se dejó sentir con fuerza durante toda la jornada del jueves. Los más complicados, sin duda, fueron los más pequeños que pese a no sentirse a gusto con llevar ropas tan abrigadoras debieron acceder a las recomendaciones de sus padres.