La ardua labor de Carabineros en las frías noches de Chillán
policial. En distintos horarios la labor preventiva se refuerza y se enfatizan los controles de identidad, tránsito y comercio. Esto es lo que ocurre de noche.
Es mitad de semana y los chillanejos prefieren acostarse temprano para continuar al otro día con la jornada laboral y de paso, evitar la contaminación que ha afectado por estos días a la capital de Ñuble. Pero mientras la mayoría descansa, un grupo de hombres esta pronto a iniciar su turno laboral.
Restan 10 minutos para la medianoche, y en el frontis de la Gobernación Provincial, se estaciona un radiopatrulla. En su interior, el mayor José Miguel Valenzuela, jefe de la Segunda Comisaría de Chillán, inicia la coordinación junto a la Cenco (Central de Comunicaciones de Carabineros), con el fin de iniciar el habitual patrullaje nocturno en la intercomuna Chillán-Chillán Viejo.
'Este patrullaje se realiza una vez a la semana en horarios diferidos, de acuerdo a la georeferencia y focalización que nos otorga la oficina de operaciones y se desarrolla en los lugares que hay mayor incidencia de delitos, específicamente', cuenta el oficial, mientras espera el arribo de personal de apoyo.
Con cero grados, y una espesa niebla, arriba el primero de tres vehículos institucionales. A bordo se encuentra el subteniente Rodrigo Paya, quien conoce muy de cerca la noche de Chillán, y se ha transformado en una suerte de 'Batman', cuidando cada noche el descanso de los habitantes de la capital ñublensina.
El saludo '¡Buenas noches mi mayor!', hace eco en el edificio de la Gobernación. Son 7 efectivos policiales que se han unido a la jornada de patrullaje, en tres vehículos institucionales, aunque uno de ellos es un vehículo civil, cuya descripción que por motivos de seguridad no se puede entregar, en el que se movilizará personal perteneciente a la Sección Investigadora Policial (SIP).
Tras el saludo protocolar, vienen las instrucciones en el cual el mayor Valenzuela designa una misión especial a cada uno.
Una patrulla estará rondando Chillán Viejo, mientras que las otras tres harán la vigilancia dentro del cuadrante que abarca las cuatro avenidas principales del centro chillanejo: Una de ellas controlará el tránsito, la segunda se encargará de fiscalizar locales (Servicentros, botillerías, cafés y bares, etc.), mientras que la tercera, de la SIP, apoyará la labor preventiva y, de haber sospechosos, realizará controles de identidad.
Comienza la acción
La jornada aparenta que todo estará en calma, pero a veces las apariencias engañan, y el patrullaje es más que necesario. Especial trabajo es el que enfrentará la SIP, quienes se movilizan en un vehículo civil, con funcionarios que no portan la vestimenta institucional, es más, muchos lucen una amplia barba o cabello, con el fin de 'mimetizarse' y evitar que sean reconocidos en su trabajo preventivo.
Además de realizar labor, están encargados de detener a sujetos con orden pendiente, por ello su presencia debe pasar casi desapercibida. 'Con esta neblina se hace más difícil la pega porque en caso de proceder se hace más inseguro para nosotros', reconoce uno de los funcionarios, mientras el vehículo se dirige por las principales arterias del centro chillanejo.
A lo largo de su recorrido están atentos a cualquier actitud sospechosa: por la calle transitan pocas personas y se nota que algunos vienen con copas demás. Los Carabineros bajan la velocidad, miran atentos, pero siguen adelante. El olfato que han desarrollado para fiscalizar o detener delincuentes se ha agudizado con el tiempo, o más bien, el tiempo les ha dado la experiencia suficiente para reconocerlos enfatizan.
'Si fiscalizamos a todos, nos empezamos a hacer conocidos y esa no es la idea. En realidad, acá pescamos siempre a los mismos. Algunos están guardados (detenidos) un tiempo, después salen y los volvemos a pescar. Así es el ciclo', cuenta el funcionario policial. Según sus registros, son alrededor de 120 los delincuentes habituales en la capital de Ñuble quienes se dedican, principalmente, a los robos.
La noche transcurre tranquila y saben que la niebla no les juega a favor para identificar a la escasa cantidad de personas que transitan en horas de la madrugada, pero ahí están ellos, trabajando silenciosos y mimetizados con los ciudadanos; muchos de los cuales duermen a esa hora.
Zona privilegiada
Los autos están estacionados donde corresponden, y no se ven muchos vehículos circulando a una velocidad imprudente. En Avenida Collín la patrulla se detiene y comienzan a realizar un control de tránsito. En el intertanto se van conociendo historias, y uno de los Carabineros resalta la tranquilidad de la ciudad, comparada 'Chillán es una zona privilegiada', se escucha, es la voz del cabo Miguel Betancourt, quien llegó a la zona hace poco más de una semana proveniente de Santiago, donde se hizo conocido a finales del año pasado por haber estado al borde de la muerte, luego de recibir un balazo en su hombro izquierdo, tras un incidente ocurrido en la comuna de Lo Barnechea.
'Fuimos a la población Ermita a prestar apoyo en moto con mi capitán. Era un procedimiento complicado porque la gente no dejaba que carabineros se llevara a un detenido, así que cuando nos tuvimos que ir, a mi capitán no le partió la moto. Me bajé a ayudarlo, cuando veo que una de las personas saca, entre su ropa, una pistola semiautomática. Pegó cinco balazos y uno de esos me dio a mí', relata el cabo, quien hasta antes de ingresar al grupo de formación, vivió aquí en la zona. 'Estuve súper grave y me visitaron las autoridades, incluso mi general (Gustavo) González', refiriéndose al director nacional de Carabineros.
Al finalizar la ronda nocturna, se realizaron 40 controles y 9 alcotest, los cuales arrojaron positivo en su totalidad.
La misión del teniente Rodrigo Paya es fiscalizar locales de atención nocturna, como servicentros, bares o botillerías. Que cumpla esa tarea no quita que preste servicio preventivo; ronda el centro marcando presencia con las notorias balizas y acude a los llamados de emergencia, que durante la noche son en su mayoría por violencia intrafamiliar o ruidos molestos.
'La noche desde el jueves en adelante es donde hay más movimiento. Se registran más delitos y detenidos también, como también más desórdenes', cuenta el oficial.
En los locales que entra, los clientes miran un tanto nerviosos, como preguntando si habrán hecho algo malo o si se les hará un control identidad a ellos, pero nada hasta entonces. La noche transcurrió y se realizaron nueve controles de identidad. Además, cursaron una infracción en un local de alcohol patentado y tres infracciones por estado de ebriedad en vía pública. 'Duerme y no temas', es una frase del himno de Carabineros, que en Chillán se cumple a cabalidad.
120 delincuentes
'De acuerdo a la georeferencia y focalización, este patrullaje se desarrolla en los lugares que hay mayor incidencia de delitos'
'Desde el jueves en adelante es cuando hay más movimiento. Se registran más delitos y detenidos también'
40 controles
3 horas