Ante las necesidades formativas tanto de las familias como del profesorado, sobre las problemáticas relacionadas con las Normas y Límites para sus hijos, es que los profesionales coinciden que la familia es el lugar donde los hijos adquieren los patrones conductuales, los valores, normas y límites de su comportamiento.
La incorporación de la mujer al mundo del trabajo, el acceso masivo a las nuevas tecnologías de la comunicación, adicciones, etc. hace que existan problemáticas hasta ahora desconocidas. Por estos motivos, ahora es más importante que nunca facilitar orientaciones a las familias que muchas veces se sienten desorientadas en como implementar y trasmitir, las normas y prohibiciones que contribuyan a superar el difícil rol de educar a los hijos. La vida en común necesita de límites y es preciso aprender a vivir dentro de esas normas y saber que dentro de ellas, se puede tener la seguridad, libertad y posibilidades de ser cada uno distinto al otro.
Además, es importante mantener las líneas de comunicación abiertas entre padres e hijos para una buena relación. Porque queremos que nuestros niños compartan sus pensamientos y sentimientos para poder comprenderles y ayudarles en las crisis de la vida.
Que se expresen apropiadamente en lugar de manifestar sus sentimientos de forma destructiva, escuchen y oigan lo que se les dice. Razón por la que los padres también necesitan mejorar sus habilidades comunicativas recordándoles que hablar no lo es todo.
Los niños necesitan conocer los límites para su conducta y no es suficiente una mera explicación. Muchos padres intentan demasiadas veces instruir a sus hijos a razonar con ellos. Es cierto que los padres deben empezar en una etapa temprana a construir una base de normas y límites para comunicarse con el niño, pero no se pueden esperar resultados hasta más tarde. Pasar de más consecuencias con menos palabras, a más comunicación con menos consecuencias es apropiado a medida que el niño entra en la adolescencia. En ese momento, los padres tendrán cada vez menos control sobre las consecuencias en la vida de su hijo.
La crianza con ausencia de normas produce problemas que se manifiestan de diferentes formas en los jóvenes y niños. Por el contrario un exceso de norma, puede ser nocivo tanto para los padres en su rol de educadores como para los hijos que la reciben, en ambos se produce un agotamiento y rechazo que puede llevar a incumplimiento y mala relación entre padres e hijos.