Luego de las precipitaciones que se registraron tanto en Santiago, como en la zona central del país, la Dirección Meteorológica de Chile pronosticó la llegada de una vieja y conocida enemiga invernal: las heladas. Las bajas temperaturas impactan duramente en la salud de la población, produciendo el aumento de una serie de indicadores: presión arterial, concentración de lípidos, demanda de oxígeno y agregación plaquetaria, entre otros mecanismos fisiopatogénicos. Éstos conllevan a infecciones respiratorias como neumonías o gripe y enfermedades cardiovasculares, como infarto agudo al miocardio, accidentes cerebrovasculares y crisis hipertensivas. Para enfrentar las clásicas heladas invernales es necesario revisar las condiciones de la vivienda, prioritario es sellar ventanas, revisar el techo en busca de goteras y ventilar los espacios diariamente. Otro factor es la vestimenta: usar ropa térmica con ventilación como el polar, lana y relleno de plumas es una buena alternativa para que se aísle la temperatura corporal y el medio ambiente. Asimismo, hidratarse adecuadamente con bebidas calientes como té, mate, o café colabora a mantener la temperatura. Las oscilaciones térmicas durante el día nos obligan a vestirnos por capas para mantener una temperatura adecuada; los niños y ancianos también deben conservar la temperatura y no sobreabrigar. Realizar actividad física también ayuda a preservar una temperatura adecuada. Ejercitarse con frío no es problema, pero en cambio con calor sí lo es. Esto porque el ejercicio en sí produce calor, el cual necesita ser traspasado al medio por convección. Por ello, cuando hace mucho calor no es recomendable hacer ejercicio. Son los grupos de riesgo, niños, ancianos y personas con necesidades especiales, quienes deben evitar los cambios bruscos de temperatura. Por ello, sería ideal que en invierno los niños entraran más tarde al colegio y se duerman temprano para evitar el contacto con el frío. Con todo, protegerse con ropa y en una vivienda adecuada son fundamentales, por lo que medidas como abrir albergues para que las personas en condición de calle tengan un techo y bebida caliente, previene muertes por hipotermia.