Ñublense no pudo con el peso de la historia: cayó 3 a 2 ante Calera
fútbol. No obstante, estar dos veces en ventaja, y tener controlado el encuentro, el cuadro cementero se quedó con la victoria, aprovechando las desconcentraciones defensivas del Rojo.
Era un partido de aquellos que no se podía perder. Primero, porque de haber ganado en su visita al Nicolás Chahuán hubiera quedado a sólo tres puntos del líder, Universidad de Chile. Y en segundo término, y más relevante aún, es que el cuadro de la ciudad del cemento, es un rival directo en la lucha por la permanencia. De hecho, antes del encuentro, los dirigidos de Ivo Alexis Basay estaban a siete unidades, y tras la derrota, Calera quedó sólo a cuatro puntos del cuadro de Ñuble, quedando 12 fechas por delante.
Consciente de la relevancia de sumar, es que el técnico Basay mandó a su mejor contigente (salvo el lesionado Boris Sagredo), sobre el gramado calerano. Pero lamentablemente para las pretensiones de los Diablos Rojos, el equipo no tuvo la concentración necesaria, y terminó sucumbiendo ante un discreto, pero ordenado equipo local, por 3 tantos, contra 2.
Tras 20 minutos de trámite menos que regular, la genialidad de Sebastián Varas (el mejor jugador de los forasteros), quien en plena área cementera recoge un centro, lo amortigua de pecho, y luego de una lucida contorsión anota la primera diana para los dirigidos de Basay con una semichilena. Corría el minuto 22.
El encuentro, siguió en los mismos términos. Una Calera tratando de inquietar a Frascarelli, y un Ñublense controlando el juego. Sin embargo, un largo centro al área visitante, encuentra mal parado al bloque posterior, lo que facilita la aparición en solitario de Rosales, para decretar la paridad parcial.
Y nuevamente, una gran jugada de Sebastián Varas, por el sector izquierdo, le permite sacar un centro medido para la aparición de un opaco Juan Gonzalo Lorca, quien con un impecable cabezazo, colocaba otra vez arriba a los Diablos Rojos. No obstante, dos minutos después, otra vez, una pelota parada le permite aparecer completamente destapado en el segundo palo al defensor cementero, Hugo Bascuñán, que estructura el 2 a 2 transitorio. Tras la igualdad de los dirigidos de Ariel Pereyra, el partido se abre. Primero son los locales que estuvieron a punto de desequilibrar, pero el charrúa Gonzalo Godoy, salvó en la raya. Y luego, en la más clara opción del ataque ñublensino, Pablo Parra, se lo pierde de manera increíble, al rematar sólo frente a la portería del ex Diablo Rojo, Lucas Giovinni.
Pero una gran jugada de Michael Silva, le permite a Emilio Hernández, tras de un centro del hombre formado en Santiago Wanderers , aparecer en plena área de Ñublense, y estructurar el 3 a 2 a 10 minutos del final del encuentro.
Para el entrenador del Rojo Ivo Basay, la caída ante Calera, básicamente se explica por 'equivocaciones puntuales, que en este tipo de partidos no se pueden cometer, y que lamentablemente nos privaron de obtener un mejor resultado', reflexionó el estratego de Ñublense, tras el encuentro.
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