La aviación de guerra israelí intensificó ayer sus bombardeos sobre Gaza al tiempo que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, advirtió a la población gazatí de que Israel atacará todo edificio en el que crea que se oculta el movimiento islamista Hamas.
El jefe del Gobierno israelí desoyó, además, la reciente petición de la ONU de que ponga fin a los ataques y aseguró que éstos proseguirán 'hasta que Israel logre sus objetivos de seguridad'.
'Pido a todos los habitantes de Gaza que desalojen todo lugar desde el que Hamas lleva a cabo su actividad terrorista. Cada uno de esos lugares es un objetivo para nosotros', afirmó Netanyahu según un comunicado de la oficina del primer ministro.
'La operación proseguirá hasta que consigamos nuestros objetivos. Quizá tome un poco de tiempo, y estamos preparados para la posibilidad de que la campaña (bélica) continúe una vez que se inicie el año escolar', previsto para la primera quincena de septiembre, agregó.
El sábado, y durante una conversación telefónica, el secretario general de la ONU, Ban ki-moon, instó a Netanyahu a cesar con los bombardeos y a regresar a la mesa diálogo en El Cairo en busca de un alto al fuego permanente que permita recuperar las negociaciones para la solución global del conflicto palestino-israelí.
Hamas también advirtió el sábado de que proseguirá con sus ataques mientras no se presente una propuesta que incluya sus demandas, incluida la de que el alto al fuego coincida con el levantamiento del bloqueo.
Los enfrentamientos se reanudaron el martes pasado después de que ambos contendientes se responsabilizaran mutuamente de romper las cuarta y última de las treguas acordadas para buscar una salida negociada.
Desde entonces, Israel ha intensificado sus ataques sobre toda la superficie de Gaza, que han causado la muerte a cerca de un centenar de personas, incluidos tres altos mandos de las brigadas Azedim al Kasem, brazo armado de Hamas.
Las milicias han aumentado igualmente el lanzamiento de cohetes y morteros contra el territorio israelí que supusieron el viernes la muerte de un niño de cuatro años en un kibutz cercano a la frontera.
Los bombardeos fueron especialmente intensos en las últimas 24 horas, en las que aviones de guerra israelíes destruyeron dos importantes edificios en el norte y sur de la Franja, y mataron al menos a quince personas, casi la mitad de ellas niños que ayer debían haber iniciado el curso escolar.
Según Ashraf al Qedra, portavoz del Ministerio de Salud en la Franja, tres niños y a su madre perecieron ayer en un bombardeo contra una vivienda en el campo de refugiados palestinos de Jabalia, en el norte de Gaza.
Testigos informaron a EFE que la aviación israelí lanzó doce misiles contra ocho edificios en la localidad meridional de Jan Yunis, en un ataque que al parecer no causó víctimas y cuya intensidad calificaron de 'sin precedentes'.
Además, un adulto murió ayer en un ataque contra la vivienda de la familia al Talllini, en la localidad central de Deir al Balah, en el que otras 10 personas resultaron heridas. Con estas nuevas muertes, asciende a 2.113 la cifra oficial de víctimas mortales palestinas.