Futuros profesores perciben falta de compromiso de las familias chillanejas con la educación
análisis. Investigación realizada por académico de la UBB arrojó preliminarmente que la imagen que ellos tienen de la familia no hace gran distinción entre nivel socioeconómico.
Mientras la anunciada Reforma Educacional está 'en ciernes' y se polemiza en torno al viaje que haría el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, a Finlandia para conocer el modelo educativo de esta nación, expertos de educación avanzan en explicar fenómenos que son cruciales para el proceso educativo.
Uno de ello es el académico del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Bio-Bío y Dr. en Antropología Social, Héctor Cárcamo Vásquez, quien compartió resultados de una investigación realizada en universidades públicas y privadas de Madrid, en sendos congresos convocados por la Asociación Mediterránea de Sociología de la Educación a través de la Universidad de Valladolid, y por la Asociación Española de Sociología de la Educación, patrocinado por la Universidad del País Vasco en Segovia.
También entrega resultados preliminares de una investigación realizada en la comuna de Chillán.
En ella se evidencia que los estudiantes de Pedagogía perciben una falta de compromiso de las familias con el proceso educativo y con la escuela, aun cuando no han comenzado a ejercer la profesión.
INVESTIGACIÓN EN ESPAÑA
Los congresos convocados por la Asociación Mediterránea de Sociología de la Educación en la Universidad de Valladolid, y el de la Asociación Española de Sociología de la Educación, patrocinado por la Universidad del País Vasco en Segovia, brindaron el marco en que el Dr. Cárcamo expuso los principales resultados de su investigación realizada en universidades públicas y privadas de Madrid.
Aspectos de ciudadanía en la Formación Inicial Docente, específicamente en lo referido a la configuración de imágenes que los futuros profesores tiene acerca de la relación Familia-Escuela, sobresalen en su investigación.
Y los resultados asoman inquietantes, más aún cuando los futuros profesores españoles perciben a la familia como un eventual 'enemigo', más que como un socio colaborador en el proceso de enseñanza-aprendizaje de niños y niñas.
Si bien dichos resultados dan cuenta de la realidad madrileña, la participación en dichos congresos le permitió confirmar que en otras comunidades españolas el diagnóstico es similar.
REALIDAD COMUNAL
Más cercano a la realidad nacional, el desarrollo de su proyecto de investigación denominado 'La Relación Familia-Escuela como espacio de construcción de ciudadanía en espacios educativos formales' (DIUBB 142424 2/RS), que lleva adelante en Chillán, también refleja algunas visiones coincidentes con lo observado en España.
El académico comentó que desde el año 2006 viene trabajando una temática común en torno a la ciudadanía, la formación del profesorado y la relación familia-escuela.
'En ambos congresos los resultados de investigación que presenté fueron bastante bien recibidos',comentó.
Dichos resultados tienen que ver con la investigación en torno a las relaciones que se establecen entre la familia y la escuela, pero como un espacio de construcción de ciudadanía.
Lo interesante, dijo, es que al encontrarse con grupos de investigación que están trabajando en La Rioja, Valencia, Cataluña, había elementos muy comunes entre su investigación y lo que ellos han encontrado.
'Desde esa perspectiva se generaron algunas alianzas estratégicas para poder continuar con el trabajo', graficó el Dr. Cárcamo.
FAMILIA Y ESCUELA
Uno de los aspectos fundamentales es que la familia es vista por los profesores en formación como un 'enemigo', y eso es bastante delicado, si uno piensa en que las relaciones que se establecen en el espacio escolar están mediadas por la relación entre el profesorado y la familia, quedando los niños en el centro. Es una cuestión que debemos ir resolviendo, porque si estamos viendo que esta situación está ocurriendo en diferentes comunidades autónomas en el contexto de España, y si vemos que en el contexto nacional están ocurriendo cuestiones similares en torno a la representación que los profesores en formación tienen de la familia, cualquier esfuerzo que hagamos en la escuela, en sí misma, no tiene mucho sentido. Hay que procurar desde la formación inicial del profesorado incorporar la temática de la relación Familia-Escuela, porque está ausente'.
'Durante el año 2014 he estado desarrollando una investigación en torno a lo mismo, en el contexto de Chillán, que se denomina 'La Relación Familia-Escuela como espacio de construcción de ciudadanía en espacios educativos formales', y como datos preliminares estamos encontrando que los futuros profesores no ven a la familia tan claramente como enemiga, pero sí como una familia descomprometida, y que deja a los niños en el espacio escolar como un espacio para aparcar, como una suerte de guardería. Por lo tanto, pareciera ser que la imagen que tienen estos futuros profesores también se vincula con lo que encontramos en España. Existe una representación disociada a priori de la relación familia-escuela. Lo que hace suponer que hay una especie de discurso institucional en torno al quehacer educativo que va generando un distanciamiento entre el profesorado y la familia, a pesar de que la literatura especializada resalta la importancia de que haya una relación estrecha. Hay una disociación familia-escuela; una representación familia-escuela que está quebrada, incluso antes de haber actuado en el espacio escolar.
Eso es lo interesante, porque son profesores en formación, han ido al espacio escolar en sus prácticas, pero ya en su proceso de formación hay una prenoción de la familia como poco comprometida'.
Porque cuando uno reconoce esas representaciones puede proyectar posibles marcos de actuación. Cuando uno tiene una imagen, una representación en torno a algo, en este caso la familia, eso va a modelar la forma en que yo me relacione con esas familias. Por ejemplo, si yo represento a la familia como un actor sin compromiso, que usa la escuela como guardería, y que sólo se va a quejar con el profesor, probablemente yo como profesor me relacione sobre la base de la desconfianza con esa familia, y eso es lo que estoy evidenciando ahora. Y es un punto de tremenda preocupación, no solamente como investigador, sino también como padre.
Hay un entramado, una red de significados que hay que develar, para ver cómo actuamos y revertimos ciertas situaciones que, creo, más que atenuar, engrandecen los conflictos.
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Es lo que estamos tratando de responder con los grupos de investigación con los que estoy trabajando.
Poder generar una base de conocimiento en estudio comparado, de tal modo que esto pueda sentar las bases para algún protocolo de actuación, alguna modificación en la formación inicial del profesorado, estamos tratando de hacer eso.
Lo que estoy viendo es que la imagen que tienen estos futuros profesores respecto de la familia no hace una gran distinción entre nivel socioeconómico. Lo que pasa es que la familia se 'descompromete' por razones distintas. Cuando yo hablo de familia carenciada tiendo a pensar que no consideran mucho la educación; en cambio, cuando hablo de familias con mayor poder económico, estoy diciendo 'estas familias no se comprometen porque pueden cubrir ellos mismos todas las necesidades'.
La familia está descomprometida, independiente de si es de estrato socioeconómico bajo o alto, lo que es muy interesante porque están haciendo una representación muy general de la familia.
'Los futuros profesores ven a la familia descomprometida, y que deja a los niños en el espacio escolar como un espacio para aparcar, como una suerte de guardería'.
2014 desarrolla
2009 a la fecha
Investigación