A nuestras educadoras de párvulo en su día
En el Día Nacional de la Educación Parvularia y el educador/a de párvulos que se celebró en todo el país este 22 de noviembre, expresamos nuestro reconocimiento a cada profesional de la región. Hoy, son las educadoras de párvulo en conjunto con sus equipos pedagógicos, quienes tienen el importante rol de generar experiencias educativas significativas y pertinentes para los niños y niñas.
Un verdadero arte lleno de dulzura al educar con amor y paciencia. Sabemos la importancia de su trabajo para el desarrollo y aprendizaje de nuestros niños y niñas. Es en la primera infancia donde se construyen las bases para adquirir conocimientos y habilidades que contribuirán al éxito escolar y la vida futura. A través de una educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva se pueden lograr cambios sociales trascendentales.
La Junji se hace cargo de esta certeza y mediante la enseñanza que se imparte desde los primeros años, busca otorgar competencias e igualdad de oportunidades a niños y niñas. Esa es la premisa que cimienta el trabajo de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, la principal institución estatal dedicada a la infancia en Chile y que lleva más de cuatro décadas otorgando gratuitamente educación parvularia. Esta labor permitirá una verdadera igualdad de oportunidades, justamente lo que enfatiza el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
En el Día Nacional de la Educación Parvularia, quiero rendir un sincero reconocimiento y homenaje a las educadoras de párvulos, dispuestas a entregarse por entero a la tarea de educar. Sólo puedo decirles que sus desvelos nos han permitido avanzar en aras del bienestar de quienes más lo necesitan. Tenemos la satisfacción de saber que la educación parvularia, tiene sentido y significado profundo. Y es eso justamente lo que hoy en su día recalcamos y valoramos, porque la enseñanza que con pasión entregan en toda la región no se queda en el aula, trasciende y hace de nuestros párvulos futuros aportes al Chile que aspiramos construir. A nuestras educadoras de párvulos y educadores de nuestra región, que cada día trabajan, gracias a las miradas y las sonrisas de cientos de niños y niñas a los que hoy se les está cambiando su vida, un sincero reconocimiento de orgullo por educar desde la cuna con amor y cariño.
Andrea Saldaña León