Ñuble llora hoy la partida de uno de los gestores más importantes de su promoción y crecimiento turístico al menos de las últimas dos décadas. Raúl Godoy Soto, quien al momento de su deceso era director del departamento de Turismo de la Municipalidad de Chillán, sorprendió a sus cercanos por su partida repentina, aunque parcialmente anunciada tras varias semanas de delicada condición de salud.
Pero no por repentina es menos difícil de asumir. Sobre todo, porque en los últimos años Raúl Godoy se convirtió en uno de los mayores impulsores de la futura Región del Ñuble, a la cual aportó con su profesionalismo de manera transversal para sus 21 comunas. Durante su carrera, aportó su carismática personalidad y su trabajo incansable para el desarrollo de polos turísticos como Quillón y el Valle del Itata, Cobquecura y toda la zona costera, como asimismo Pinto y las bondades de su cordillera nevada. Fue un defensor de las tradiciones y como parte del equipo de trabajo del alcalde Sergio Zarzar luchó por rescatar la Fiesta de la Primavera, las fiestas costumbristas de las localidades aledañas, como Quinchamalí, Cato, Oro Verde, por nombrar algunas, aunque quizás uno de sus mayores logros fue el haber posicionado la Fiesta de la Vendimia de Chillán en el circuito de este tipo de actividades de alta connotación turística. Su labor no conoció distingos, ni siquiera políticos -pese a ser militante y consejero de Renovación Nacional- para promocionar el turismo y las puertas de su oficina se abrían de par en par para la promoción de cualquier comuna.
Su compromiso y dedicada labor le valía cada año ir sumando visitantes a la comuna y la provincia, motivando caminatas y recorridos patrimoniales, la promoción de los tesoros humanos vivos como las loceras de Quinchamalí, las moteras de la Avenida O'Higgins, conjuntamente con cada emprendimiento que hacía que Chillán creciera en prestigio y categoría. No se puede separar, sin embargo su persona de su veta política. Como militante de RN desde 1988 fue un gran colaborador y gestor dentro de la Alianza, un buen lector de los escenarios políticos nacionales y regionales, como también un funcionario recto y leal a la gestión del alcalde Zarzar.
Es inconmensurable el dolor que hoy expresan sus más cercanos, sobre todo porque la huella del hombre, del político, del innovador y del gestor turístico tocó a muchas personas, en cada una de las cuales dejó parte de su legado, un patrimonio que Chillán sólo reconocerá cuando la nueva región florezca con bases sólidas, gestadas con trabajo y compromiso.