Pérdida de sintonía con los ciudadanos, complejo escenario económico, pérdida de confianza hacia los partidos políticos y al gobierno al sumar más de un 50% de desaprobación, mala evaluación pública de las reformas. Éstos son algunos de los aspectos que reflejaron ayer los resultados de dos encuestas de opinión que coincidieron en una fuerte alza de la desaprobación del gobierno de la Presidenta Bachelet, de sus principales figuras del gabinete, como asimismo una caída en la imagen de los partidos políticos, tanto de la Nueva Mayoría como de la Alianza.
La Encuesta Adimark, conocida ayer, reveló que la aprobación a la gestión de la Presidenta Michelle Bachelet bajó por quinto mes consecutivo, y en noviembre llegó al 42%, mientras que el rechazo subió al 52%. Asimismo, en un mes marcado por los problemas del transporte público de Santiago y por la discusión de la reforma educacional, la evaluación del gobierno cayó 5 puntos, para llegar al 37%.
La última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) agregó otro antecedente al análisis político, la Nueva Mayoría bajó seis puntos en su respaldo y su desaprobación llegó al 37%, mientras que la oposición perdió 4 puntos de apoyo y elevó a 44% la desaprobación a su labor. El presidente de la DC, Ignacio Walker, reflejó en su twitter el sentimiento político genera: "el mensaje está claro: vamos perdiendo sintonía con el sentido común ciudadano y la clase media, lo hemos dicho en todos los tonos!".
Ayer la Presidenta Michelle Bachelet suspendió su gira por la Región del Bío Bío, en medio de este escenario complejo, y es probable que ya se estén analizando los primeros cambios de ministros, tal como se ha venido especulando en los últimos días en pasillos de La Moneda.
Un aspecto interesante de analizar es el mayor rechazo que la Presidenta Bachelet recibió de los sectores medios y los habitantes de regiones, donde se concentraría el descontento.
El gobierno ayer recibió otro golpe de imagen, luego que la Comisión Económica para América Latina (Cepal) redujera a un 1,8% la proyección de crecimiento país para este 2014 y el dólar desplazara fuertemente al cobre, incidiendo en una depreciación del peso. Este escenario económico de desaceleración, que en vez de morigerarse parece seguir su tendencia alcista es sin duda otro factor que el gobierno no ha sabido manejar y el ciudadano común observa con preocupación los efectos en su bolsillo.