La amplia experiencia en distintas brigadas le permitió al subprefecto César Cortés recibir el espaldarazo del Alto Mando de la Policía de Investigaciones, quienes confirmaron al oficial por un segundo periodo al mando de la institución en la provincia de Ñuble.
Son 195 funcionarios bajo su cargo, en un año que tuvo más altos que bajos para la policía. Por lo mismo, César Cortés, quien es oriundo de Chillán, hizo un balance de este año y comienza a proyectar los desafíos para este 2015.
Es una decisión del Alto Mando que personalmente agradezco y me tiene contento poder seguir dirigiendo a la PDI en la provincia de Ñuble. Por cierto que es un doble desafío, porque soy de acá, nací acá y tengo los mejores deseos de mejorar la relación con la comunidad, autoridades y el Ministerio Público.
Siempre trato de quedarme con las cosas positivas. Lo bueno es que hemos logrado tener un grupo de funcionarios que están completamente cohesionados y alineados con la misión y visión institucional, por eso hemos podido tener aciertos administrativos de procesos internos, de mejoramiento a la atención al público y autoridades, como también un mejor servicio a la comunidad. Ha sido un trabajo que nos ha llevado a dar aciertos, algunos difundidos y otros no tantos, como una policía que hace una coproducción de seguridad para la ciudadanía.
Todas se destacan, unas más y otras menos, pero también depende del foco de atención que ellos tienen. En cuanto a la brigada antinarcóticos, una de las unidades que se mide es la droga incautada porque ese grupo se ocupa principalmente de aquellas bandas criminales, y no es menor que hasta la fecha ya se hayan decomisado más de 36 kilos de droga de distinto tipo y la cantidad de procedimientos ha sido superior al periodo anterior
Los funcionarios siempre trabajan pensando que va a haber una necesidad de esclarecimiento de delitos, que sea oportuna, y por lo tanto, no existe una presión, solo la necesidad de hacer un buen trabajo
Hay innumerables hitos, como la detención del Magno, que era uno de los últimos prófugos de la cárcel de Chillán tras el terremoto. También la incautación de vehículos por parte del grupo Gebro. La Brigada de homicidios también ha hecho importantes diligencias como el homicidio del colectivero, en abril. Además, la Biro realizó un muy buen trabajo coordinado, acucioso y responsable con el Ministerio Público. Así también la Bicrim y la brigada de delitos sexuales se destaca.
Dada mi experiencia, yo diría que Ñuble es tranquila en términos generales. Aún estamos en los índices tolerables de criminalidad en la provincia y eso es tarea de todos.
A nivel institucional, tenemos un gran desafío y es que no solo tocaremos las grandes organizaciones de tráfico, sino también de aquellos lugares donde hay más incidencia focalizada de microtráfico. Además, vamos a tratar de mejorar nuestra relación con la comunidad y las autoridades, aumentando la coproducción de seguridad, mayor énfasis en investigación criminal y también en seguridad pública. En el ámbito administrativo interno, continuaremos en el anhelo y desafío de tener un cuartel provincial para la PDI. La provincia necesita que la PDI tenga para entregar un servicio de calidad.
La idea es construir un complejo policial donde la PDI tenga una infraestructura acorde a la función moderna que tiene la institución para brindar sus servicios. Es un desafío desde que llegué a este cargo, junto a mi superior directo, que es el prefecto inspector Max Fernández.
A mediano o largo plazo. Pero en lo inmediato tenemos otros desafíos, que dicen relación con la implementación de un laboratorio de criminalística, que es una necesidad básica porque somos una policía científico-técnica. No obstante, estamos avanzando; de hecho, en los próximos días inauguraremos una sala de reconocimiento 'gesell'. Eso es parte de los avances que hay y seguirán presentándose.
César Cortés, quien actualmente ostenta el grado de subprefecto, es oriundo de Chillán, y antes de ser designado como prefecto de Ñuble, ya había tenido a su cargo la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de San Carlos. Fuera de la zona, su primera unidad a cargo fue en Antofagasta, donde se desempeñó como comisario de la BH nortina. Con 27 años de servicio, gran parte de su carrera la ha desarrollado en la provincia; también ejerciendo como subalterno en la Brigada de Homicidios (BH) y la Brigada de Delitos Económicos (Bridec). Posteriormente, a su regreso y tras ejercer 11 años en la provincia, asumió la vacante dejada por el anterior jefe de los servicios de la PDI en Ñuble, Max Fernández, el mismo que hace dos semanas asumió como jefe de la Octava Zona, ascendiendo al cargo de Prefecto Inspector, lo que implica formar parte del Alto Mando de la institución.