"Este disco es un empeño por despojarse de la solemnidad"
Un disco que habla de la precariedad en la que vive España y parte importante de la población latinoamericana. Así define el español Ismael Serrano su nueva placa "La Llamada", el decimotercer trabajo de su carrera y por el que llegó a Chile en visita promocional. La situación económica de su país y la paternidad que acaba de estrenar, afirma el cantante madrileño, le otorgan a los 13 cortes del álbum un cariz en el que el músico invita a dejar de lado la resignación y movilizarse para combatir la adversidad.
Aunque rechaza haber dejado de lado la crítica intensiva que precedió este trabajo, sí reconoce que intentó dejar atrás la grandilocuencia y rotundidad en sus letras, en su postura y en el "deber ser" que, alega, a veces aleja al artista de su público.
- ¿Este disco significa entrar a una lírica más "alegre", donde, sin dejar de lado la crítica, esta se hace menos intensa?
- No me parece. Habla de la precarización y la necesidad de establecer vínculos para cambiar las cosas. Es una llamada para cambiar las cosas y a poner atención a los liderazgos que surgen de falsos consensos.
- En "Apenas sé nada de la vida" queda la impresión de que se relativiza la grandilocuencia y el interés de algunos artistas de querer saberlo, opinar o creer saber de todo.
- Estoy totalmente de acuerdo. Esa era la intención y también la posibilidad de dejar alguna enseñanza a mi hija. Es un empeño de despojarse de esa solemnidad que, efectivamente, a veces se traduce en cierta grandilocuencia del artista, que se siente con la obligación de hablar de todo, como si tuviera un conocimiento absoluto. Este disco es un empeño por despojarse de la solemnidad. Y quizás tenga que ver con lo que decías de cierta ausencia de crítica. Pero no siento que haya ausencia de crítica explícita, pero sí de esa solemnidad que te lleva a sentar cátedra. Pero por otro lado se le reprocha eso al cantautor, pero se le exige que hable de todo. A mí me parece hablar de política y sociedad, pero eso es también porque se presupone al artista como alguien que es permeable. La sensibilidad del músico está sobrevalorada. Por eso decidimos abrir el disco con esa canción, porque es una buena forma de decir que no sabemos nada de la vida, cuando uno a veces ve sus entrevistas y se pregunta por la rotundidad de lo que dice.
- En "La casa del lobo" y "El día de la ira" atacas fundamentalmente a los vicios del modelo económico. Pero a veces la sociedad está menos descontenta con el modelo que con sus resultados. Y en muchos países la aspiración es el consumo y sus beneficios.
- Eso de que se vive contento con el modelo es porque se vive un espejismo que no responde a la realidad. Cuando se nos habla de un modelo en el que el mérito personal te puede hacer ascender es un cuento. Se produce, sí, pero anecdóticamente. Por lo general es un modelo en que los poderes están al servicio de una minoría. El ejemplo más claro en este país es la educación, en donde el Estado convierte ese derecho en un negocio. La crisis en España es una crisis de consumo. La gente no consume porque no tiene dinero ni empleo muchas veces. Las cosas están jodidas en España, porque mientras el Presidente Rajoy advierte que hay "brotes verdes" en la economía vemos que el desempleo no baja. Se nos quiere hacer entender que el Estado de bienestar que hemos disfrutado hasta ahora, es un privilegio que no nos podemos permitir. Quienes generaron la crisis fueron entidades financieras que especularon por años. En España están surgiendo plataformas e incluso nuevos partidos que vienen a cuestionarlo todo, dejando desconcertada a una clase política que hasta ahora se creía con el patrimonio de la razón y del poder. Me parece una corriente de aire fresco.
- "La Llamada" tiene mucho de latino, está Natalia Lafourcade en uno de los temas y, en general, ritmos muy reconocibles para el público latinoamericano. ¿En qué lugar ubicas a Chile dentro de ese panorama?
- De Chile parte para mí el paradigma de lo que es el trovador moderno, que sobre todo es un trovador comprometido y que es renovador del folclore. Víctor Jara y Violeta Parra son icónicos de lo que hablo. Ocurre que ahora para un cantautor el folclore es global y no se circunscribe solamente al territorio en el que ha crecido, sino que entiende, comparte de su patrimonio, ese folclore global, y en este caso latinoamericano. Me llama mucho la atención del folclore de América Latina que es un género vivo en nuevas composiciones y artistas, y que se vive de manera genuina y natural en la cotidianeidad. En todo contexto, en el interior de Chile y Argentina hay alguien que agarra la guitarra o el acordeón y que da vida a peñas folclóricas o en reuniones familiares. Eso se ha perdido en España, donde hacer folclore es básicamente practicar la arqueología y forma parte ya caso de museología. Y acá eso es genuino, lo que es maravilloso. Ritmos como el reggaetón y la bachata también forman parte del folclore moderno y merecen una revisión.
El show de Ismael Serrano en Chile está programado para el próximo 8 de mayo de 2015 a las 21 horas en el Movistar Arena. Las entradas comenzaron a ser comercializadas desde ayer a través del sistema Puntoticket. Quienes quieran asistir deberán pagar desde $ 20.750 (Tribuna) hasta $ 72.800 en Primera fila (ambos valores con cargo por servicio). Las entradas compradas hasta el 24 de diciembre recibirán un código para descargar el álbum en el sitio del cantante.
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