¿Cuál es el verdadero sentido de la Navidad? Es una pregunta que surge cada año en esta fecha, en el último mes del año, cuando en medio de la vorágine cotidiana algunas personas se dan un tiempo prudente para detenerse y reflexionar, tanto de lo logrado como lo pendiente.
Navidad se suele atribuir al auge comercial de estas fechas, que por lo demás significan un tercio de las ventas del año para el comercio formal establecido. El ajetreo en busca de los regalos que haremos a familiares, amigos o conocidos, el intercambio de tarjetas con buenos deseos de prosperidad y felicidad, la preocupación por la cena de fin de año, abstraen a las personas del trasfondo que debiesen tener estas fechas.
La solidaridad, el pensar un momento en el prójimo, el regalarse más que en regalar, en pensar en quienes tienen menos que uno, valores en los que bien podemos reflexionar en este último mes del año y finalizarlo con acciones que obsequien más bienestar al espíritu.
Una oportunidad para ello surge de la mano de campañas que distintas instituciones están impulsando en este periodo. Tanto en el Mall Arauco Chillán como en Correos de Chile se han esmerado en recibir las cartas que los niños de todas clases envían al Viejito Pascuero, esperanzados en que sus más íntimos deseos infantiles se cumplan. No todos, por cierto, podrán ver cumplidos esos anhelos, ya sea por las dificultades económicas familiares, por el desapego o hasta la indiferencia. En el caso de Correos Chile, se escogió el lema "Conquista tu corazón" para sensibilizar a que los ñublensinos apadrinemos la carta de un niño y antes del 19 de diciembre comprometerse a brindar la alegría que espera un pequeño.
En este llamado a la conciencia y a la solidaridad, se nos invita a tomar una carta y alivianar el peso a una familia necesitada, con un simple gesto, público o anónimo, para mantener la esperanza en los ojos de un niño o niña.
Detengámonos a pensar qué regalo queremos para nuestra nación, hoy dividida y encrispada por razones políticas, ideológicas, con proyectos de país encontrados y en pugna permanente. Las recientes discusiones en el parlamento en torno a la figura del exPresidente Augusto Pinochet no hacen más que tensionar más el ambiente nacional. ¡Qué gran regalo para la patria sería que por unos días se olvidaran esas diferencias, se estrecharan esas distancias y se pensara en los ideales comunes que queremos impulsar para Chile!
Aquello que parece una quimera es posible partiendo de pequeños gestos. Terminar la enemistad con un cercano, comenzar el día dando una sonrisa, extendiendo una ayuda sin esperar recompensa. De eso se trata este periodo, de reencontrarnos y de reconciliarse, en función de regalar y autoregalarse parabienes y desearle al prójimo la paz espiritual.