La creación de un Fondo Nacional de Medicamentos de Alto Costo, una de las principales banderas de lucha que enarboló el fallecido periodista Ricarte Soto, tuvo primero el decidido apoyo del exministro Jaime Mañalich, durante el gobierno de Sebastián Piñera. Una vez asumido el gobierno de Michelle Bachelet, la presidenta lo ratificó en su discurso del 21 de Mayo. Si bien el plazo de dicho compromiso se cumplía el 31 de diciembre, finalmente fue ayer que la Mandataria firmó el proyecto de ley que se enviará a discusión en el Congreso.
El proyecto establece un sistema que cubrirá medicamentos, alimentos y dispositivos médicos de alto costo para el tratamiento de diferentes tipos de enfermedades, que no estén cubiertas por el sistema de seguros de salud públicos y privados. Tendrá cobertura universal y el sistema de acceso funcionará de la misma forma que la del AUGE.
Respondiendo a una creciente demanda de pacientes con enfermedades de difícil cobertura, que hasta hoy contaban con recursos de Fonasa por 17 mil millones de pesos para beneficiar a 1.800 pacientes con Patologías Complejas de Alto Costo y enfermedades poco frecuentes, el presupuesto se incrementará en $50 mil millones de aporte fiscal en 2016, en igual monto en 2017 y en $100 mil millones en 2018, esperando llegar a cubrir diez veces más que en la actualidad, es decir unos 20 mil enfermos.
Myriam Estivill, Directora Ejecutiva de la Fundación de pacientes de enfermedades Lisosomales, FELCH, que representa a pacientes con patologías como Fabry, Pompe y cistinosis nefropática, ha dicho que el cuerpo legal beneficiará a un espectro mucho mayor de pacientes y patologías que las que ellos contemplan.
Los costos de los medicamentos son un doble sufrimiento para muchas familias que, además de sobrellevar el peso de la enfermedad deben costear con sacrificio los medicamentos, los que para enfermedades catastróficas o raras son de muy alto valor.
Conocido fue el caso de Sergio Neira, quien padece de Hemoglobinuria Paroxística Nocturna (HPN) y debió llevar una campaña mediática contra su Isapre para lograr que le costeara el costoso tratamiento de su mal para seguir con vida. En adelante, los pacientes cuyo tratamiento se encuentre contemplado por esta ley, si son usuarios de Fonasa A y B estarán exentos de pago y aquellos de los grupos C y D, además de los pertenecientes a Isapres y FF.AA., tendrán cobertura financiera igual a la del GES.
Sin duda, de ver la luz, esta ley significará un respiro para muchas familias que sufren con los problemas de salud y permitirá que en adelante la salud sea vista nuevamente como un derecho humano básico, más que una dádiva de la autoridad.