Estudiantes chillanejos se convierten en emprendedores de verano
granizados. Dos jóvenes colaboran a otra emprendedora en la venta de una de las bebidas típicas y favoritas con las altas temperaturas y como una forma de costear sus estudios.
Alrededor de 32 grados ha sido la media de la temperatura máxima en los últimos 15 días en Chillán y es una de las razones de la mayor demanda por bebidas, helados y granizados.
Ese es también una de las fuentes laborales de Benjamín Oliva y Estefanía Reyes
Desde comienzos del nuevo año, ambos jóvenes trabajan en uno de los carritos, en la entrada del edificio de una gran multitienda ubicada en calle 5 de abril con El Roble.
"Nosotros como jóvenes necesitamos dinero y esto es una buena manera de hacerlo", dice el par de jóvenes chillanejos mientras atienden a dos personas que quieren comprar sus granizados.
Benjamín de 18 años cursa el segundo año de la carrera de Arquitectura en la Universidad del Bío Bío y este tipo de trabajo le ayuda para los gastos del año.
Estefanía, de 17 años y que vive junto a sus padres en la Avenida Chile, este año cursará su cuarto medio en el Colegio La Purísima.
"Este trabajo nos ayuda a autofinanciarnos", dice Benjamín, que también vive junto a sus padres, cerca del Persa San Rafael en la población Los Volcanes II.
Pero no es la primera vez que ambos jóvenes trabajan de esta manera. Benjamín y Estefanía desde hace dos años han trabajado en banquetería como garzones.
"Nos fue bien, aunque solo era trabajo de fin de semana", dice Estefanía.
Benjamín, adicionalmente también tuvo una experiencia trabajando también en una conocida calcetinería local.
TRABAJAR Y ESTUDIAR
Hoy cuando se discute en el Congreso los proyectos que integran la Reforma Educacional, estos jóvenes, conscientes de la realidad, decidieron ocupar parte del tiempo de sus vacaciones para juntar dinero para sus estudios y, de paso, ayudar a sus familias.
Para emprender este tipo de acciones no sólo sirve de experiencia, sino también para demostrar que el esfuerzo siempre tiene una recompensa en la vida.
"Trabajar en verano me permitió darme cuenta que al tener este tipo de experiencias uno valora más lo que estudia" señala.
Benjamín piensa que cuando se quiere salir adelante o emprender, hay que atreverse y nunca buscar excusas, como a veces lo hacen algunos jóvenes.
"Hay muchos jóvenes que les gusta las cosas fáciles y no saben qué hacer con su vida. Por eso pienso que hacer este tipo de trabajo sirve para cambiar el switch", afirma el futuro arquitecto.
GRANIZADOS
El calor, especialmente después del mediodía, motiva a las personas a saciar la sed con algún refresco o con un granizado con concentrado de pulpa de fruta, ya sea de frutilla, manzana, durazno, incluso, piña colada, como en este caso.
El estudiante de arquitectura dice que no solo es hielo troceado o rallado. Hay también un estilo.
"El hielo picado que se le aplica un jugo concentrado de distintos sabores. Se le hecha más hielo y se remata con el concentrado para que quede sabroso", explica Benjamín sobre una de las bebidas más típicas cuando llega el buen tiempo y suben las temperaturas.
Y entre todos los chillanejos que prefieren este tipo de refrescos, los más pequeños se imponen.
"Los niños son los que a más les gusta los granizados y le piden a sus papá que les compren estos granizados a 500 pesos", afirma el joven chillanejo.
Por el contrario, comentan ambos, las personas mayores son las que a menos les interesan.
De todas formas, es un buen negocio para el emprendimiento.
Tanto que en estos últimos días ya le salieron competidores a un costado donde ellos trabajan.
Sin embargo Benjamín Oliva y Estefanía Reyes son siempre optimistas.