Inquietud pública por atención en salud
Una creciente preocupación se viene incubando por años en el seno de la comunidad local y provincial en torno al principal recinto de salud de la capital provincial: el Hospital Herminda Martín de Chillán. Esta inquietud ciudadana se ha manifestado ya en denuncias a la prensa y hasta marchas a raíz de lo que consideran presuntas negligencias médicas en el actual de algunos funcionarios del recinto de salud y cuyos casos han sido de público conocimiento.
A tal punto ha llegado el descontento que se han creado organizaciones de pacientes víctimas de negligencias médicas que han alzado su voz.
Paralelamente, cada cierto tiempo se conocen casos de personas que han denunciado malos tratos por parte de funcionarios del recinto, largas horas de espera por atención a raíz del sistema de calificación de los enfermos, falta de médicos, falta de insumos, problemas de gestión interna, respecto de los cuales la dirección del establecimiento ha sido reacia a explicar.
Se han conocido casos en que familiares han perdido la paciencia ante tal poca deferencia que ha sido necesaria la presencia de la fuerza pública.
Como contraparte, también se ha informado de los esfuerzos del Servicio de Salud Ñuble por capacitar en el buen trato a los funcionarios del Hospital.
Todas estas situaciones se conjugaron la semana recién pasada en la muerte de una mujer de 90 años, Eliana Muñoz Sepúlveda, que acudió por una dolencia estomacal al servicio de Urgencia, sufrió por cinco horas a la espera de una atención médica hasta que fue encontrada sin vida en una camilla.
En el lamentable deceso de la paciente se suman muchas de las críticas que por años se han hecho a la calidad de su atención: mal trato humano, largas horas de espera, entre otras. Familiares de la víctima aportaron otras igual de preocupantes, el intento de los médicos por justificar su deceso en su avanzada edad cuando lo ocurrido fue una completa falta de criterio. Es de esperar que el sumario iniciado por la dirección refleje esta vez algún resultado concreto, pues ante estos casos se anuncian investigaciones que en nada quedan y sólo acrecientan el malestar ciudadano.
Estos motivos no hacen más que darle razón a la intención del senador UDI Víctor Pérez de pedir una intervención directa del Ministerio de Salud a un recinto asistencial que en agosto pasado recibió el Certificado de Acreditación en Calidad de la Superintendencia de Salud, por "mejorar los estándares de calidad y atención al usuario". El papel aguanta mucho, lo importante son los hechos concretos.