Alertas frente a alarma de tsunami
Los cinco años del terremoto del 27/F han servido para analizar con detención los errores cometidos en medio de la alarma generalizada por el movimiento sísmico y posterior tsunami, las que permitieron asimismo dar cuenta de mejoras que son necesarias para alertar a la población frente a la ocurrencia de catástrofes nacionales. De paso, lo ocurrido en 2010 generó profundos cambios en los protocolos del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), ambos organismos cuestionados por su rol en aquella jornada.
La propia Presidenta Bachelet ha dicho sobre aquella madrugada que los servicios de emergencia no contaron con la información adecuada sobre lo que ocurría en el territorio nacional para tomar las decesiones de alarma y protección de la comunidad.
Cabe recordar que unas 500 personas perdieron la vida como resultado del movimiento de la tierra y la posterior irrupción del mar.
Los sectores costeros de la Región del Bío Bío hoy cuentan con señalética más acorde a las zonas de riesgo y evacuación, como asimismo se han realizado con éxito simulacros de emergencia que han permitido que la población tome más conciencia de estar preparados ante cualquier contingencia.
Esta semana se ha dado otro paso importante con la aprobación por parte del Consejo Regional, en Chillán, de $119 millones para el proyecto de "Construcción de un sistema de alerta de Tsunami en la Región del Bío Bío", que permitirá elaborar el diseño de un sistema integral de alerta para el borde costero desde Cobquecura hasta Tirúa.
El proyecto se trabajará durante los próximos años del gobierno de la Presidenta Bachelet e incluirá la definición de un diseño de subsistema de obra civil, subsistema de control, activación y mando, diseño de sistema de comunicaciones, alimentación y respaldo energético, además de un plan de mantenimiento. Lo que se busca es que madiante un sistema de alarmas de sonido los habitantes de la zona costera reciban un oportuno aviso para ponerse a resguardo, ampliando los mecanismos como mensajes de texto que hoy utiliza la Onemi para dar cuenta de una emergencia. Sin duda que mientras más aprovechemos la experiencia en mejorar la prevención, de mejor manera podremos preparar a las familias para reaccionar ante un fenómeno de la naturaleza que puede sobrevenir en cualquier instante.