Descubren millonario desvío en otra empresa estatal de Brasil
La policía brasileña desarticuló ayer una red de corrupción acusada de haber desviado cerca de 100 millones de reales (unos US$ 31,2 millones) de la Caixa Económica Federal, el segundo mayor banco público de Brasil.
Los miembros de la banda son acusados de promover fraudes con créditos para la adquisición de viviendas, que la Caixa Económica Federal desembolsaba pese a que carecían de garantías o eran para la compra de inmuebles inexistentes o por un valor en 1.000% superior al real, según informó la Policía Federal brasileña en un comunicado.
La operación para desmontar la red de corrupción enquistada en la Caixa Económica Federal, una de las más importantes empresas estatales de Brasil, se produce en momentos en que la Policía, la Fiscalía y el Congreso investigan un gigantesco escándalo por desvíos en la petrolera Petrobras, la mayor empresa del país y también pública.
El caso de corrupción en Petrobras es investigado desde hace un año y por el mismo ya han sido condenadas 11 personas y son juzgadas otras 82, en tanto que la Corte Suprema autorizó investigar a 50 políticos con fuero privilegiado, 35 de ellos parlamentarios, de los que se sospecha que se beneficiaron de los millonarios desvíos.
La indignación con la corrupción en Petrobras fue el motivo de las protestas antigubernamentales que movilizaron a unos dos millones de brasileños.
La Policía Federal dijo haber movilizado ayer a 133 agentes en Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los tres mayores estados de Brasil, para desmontar la organización acusada de los desvíos en la Caixa Económica Federal.
El juez a cargo de la investigación dictó 34 órdenes para permitir que los acusados sean sometidos a interrogatorios en comisarías, así como 10 órdenes para separar a funcionarios públicos de sus funciones. Los responsables por la operación también dictaron 20 órdenes de decomiso de vehículos y 31 mandatos de allanamiento y de bloqueos de cuentas corrientes.
Netanyahu y Herzog, codo a codo en elecciones
Israel. Proyecciones sugerían un empate entre Likud y Campo Sionista. Sin embargo, parecía probable la reelección del premier.
El partido Likud del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y la coalición de centro-izquierda Campo Sionista de Itzhak Herzog habrían obtenido 28 y 27 bancas respectivamente en las elecciones parlamentarias celebradas ayer, según encuestas a boca de urna difundidas por el Canal 2 de la televisión local. De acuerdo con otros dos canales israelíes, ambos empataban con 27 asientos, de un total de 120.
El primer ministro israelí cosecharía así mejores resultados de lo que pronosticaban todas las encuestas. De esta manera, parece probable un cuarto mandato de Netanyahu, presidente del conservador Likud, ya que le resultaría más sencillo formar una coalición con los partidos religiosos y de derecha.
El partido del jefe de Gobierno israelí se festejó como el ganador de los comicios luego de que se difundieran las primeras proyecciones.
Según los pronósticos, la Lista µrabe Unida, que agrupa a la mayoría de partidos árabes israelíes, sería por primera vez tercera fuerza política con 13 bancas. Le siguen el Partido del Futuro de Yair Lapid con unos 12 escaños, la agrupación de centroderecha Kulanu con hasta 10 mandatos y el partido de los colonos La Casa Judía de Naftali Bennett con hasta nueve.
Los ultrarreligiosos Shas y Judaísmo Unido de la Torá llegarían a unos siete asientos, y el centroizquierdista Meretz a cinco, al igual que el partido de ultraderecha Israel Beitenu de Avigdor Lieberman.
La elección parlamentaria anticipada se hizo necesaria luego que la coalición de centroderecha de Netanyahu se quebrara a finales del año pasado, tras menos de dos años en el cargo.
En todo el país se abrieron más de diez mil locales electorales. Casi 5,9 millones de israelíes fueron convocados a las urnas para determinar la composición de la Knesset. El nuevo Parlamento israelí prestará juramento el próximo 31 de marzo.
Antes de que finalizara la votación, Netanyahu aseguró que si su partido Likud se imponía en las elecciones no formaría un Gobierno de unidad con la coalición de centro-izquierda e instó a los votantes más conservadores a acudir a las urnas. "No habrá Gobierno de unidad con los laboristas. Formaré un Gobierno nacionalista", dijo.
El ex ministro israelí de Exteriores y número 6 en la lista del partido derechista Likud, Shilvam Shalom, afirmó que, según los sondeos tras los comicios, el primer ministro Benjamín Netahyahu podría formar Gobierno con el apoyo de 63 o 64 diputados. En declaraciones a la prensa en Tel Aviv, Shalom manifestó que "está muy claro que Netanyahu continuará liderando el Estado; los resultados son fuertes, más allá de todos los sondeos que se habían escuchado en los últimos días".