El equipo multidisciplinario que busca a Miguel de Cervantes dijo ayer haber ubicado restos óseos del autor español en muy mal estado, que serán difíciles de aislar, identificar o cotejar con ADN. Los huesos, fragmentos y esquirlas están mezclados en un osario con al menos otros 15 cuerpos en la cripta del Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, donde Cervantes fue enterrado en 1616.
Almudena García Rubio, jefa de las excavaciones, dijo que el lugar de entierro es el más profundo de la cripta y que se encontraron evidencias en restos de vestimenta de los cadáveres y una moneda que datan del siglo XVII. Sin embargo, admitió que no se pudo aislar un cuerpo y que será difícil hacerlo.
Según la agencia AP, no hay restos reconocibles de la mano izquierda, que el escritor tuvo paralizada durante años por una herida de guerra, ni tampoco del cráneo ni del pecho.
De todos modos, los arqueólogos están convencidos que su cuerpo está entre esos fragmentos. Para ello se basan en las fuentes históricas, que indican que 17 cuerpos, incluido el de Cervantes, fueron trasladados de la iglesia del convento a la cripta durante unas obras de ampliación del templo entre 1698 y 1730.
Francisco Etxebarria, responsable forense del proyecto, comentó que a partir de ahora intentarán extraer un perfil genético de los huesos encontrados. Pero dado su mal estado no hay certeza de que sea posible. La comparación de ADN tampoco será factible a priori, pues no hay descendencia conocida del escritor.
Los rumores se dispararon hace unos días, cuando algunos medios de comunicación informaron del hallazgo de los restos de Cervantes y de su esposa. El Ayuntamiento de Madrid llamó a la cautela y matizó que no había garantías de haberlos identificado.
incredulidad
La convocatoria de ayer, en la que tampoco se dio una confirmación con certeza, desató la confusión entre la prensa. Algunos periodistas apuntaron a un posible interés turístico del Ayuntamiento, que publicó ayer una nota que consignó el aumento de las visitas a la casa de Cervantes en Alcalá de Henares.
También el Premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald manifestó sus dudas sobre cómo el hallazgo de los restos puede honrar al célebre escritor, y pidió que no se convierta sólo en un reclamo turístico. "Hay que hacer justicia con la persona, no con sus restos", dijo citado por DPA.
Ante la polémica, los expertos destacaron que los datos obtenidos de la investigación documental y arqueológica son válidos, aunque no matemáticos.
El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, celebró ayer el trabajo de identificación, y afirmó que el Gobierno español espera que el lugar del hallazgo se convierta en un lugar de peregrinaje cultural.
"De la misma forma que en Inglaterra la tumba de (William) Shakespeare es un lugar de peregrinaje cultural para los ingleses y un hito, el saber que los restos de Cervantes estaban en el convento de las Trinitarias y tenerlos identificados va a dar nueva vida al Barrio de las Letras", declaró Wert tras una reunión europea de ministros del ramo.
Wert calificó de "muy buena noticia" la confirmación del peritaje sobre los restos del autor de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", "en un año que conmemoramos el cuarto centenario de la segunda parte de 'El Quijote'".
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, esposa del ex Jefe de Gobierno José María Aznar, garantizó el compromiso del Ayuntamiento con un proyecto que ya financió con 114.000 euros y celebró el hallazgo. "Es un día muy importante para España y es un día muy importante para nuestra cultura", afirmó.
largo trabajo
Las conclusiones confirmarían la tesis del historiador Fernando de Prado, director del equipo de la investigación, quien según la agencia EFE defendía que Cervantes fue enterrado en el Convento de las Trinitarias y que sus restos nunca salieron de allí, aunque sí fueron trasladados dentro del inmueble a consecuencia de una remodelación del mismo.
Según las conclusiones del equipo, el cuerpo del escritor y el de su esposa, Catalina de Salazar, fueron reubicados entre 1698 y 1730 junto a los de otras 15 personas hasta la cripta desde la iglesia primitiva del convento, situada en un lugar distinto al actual.
La búsqueda del cuerpo de Cervantes, iniciada en abril de 2014, dio un giro en enero pasado, cuando los investigadores hallaron las iniciales M.C., coincidentes con las del escritor, sobre un nicho de la cripta de la iglesia de las Trinitarias, situada muy cerca de la casa en la que murió, en el Barrio de las Letras de Madrid.
Los investigadores esperaban que las heridas de guerra del "manco de Lepanto" fueran claves en su identificación. El escritor había recibido dos disparos en el pecho y uno en la mano izquierda, que la dejó inservible, en la batalla naval de Lepanto (1571), ganada por la Santa Liga (España, Venecia y la Santa Sede) contra los turcos. Pero el nivel de conservación del hueso no pudo entregar certidumbre.
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de abril fue enterrado Miguel de Cervantes en la iglesia del Convento de las Trinitarias Descalzas.