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Una serie de interrogantes son las que rodean a Joel Salvo, quien con angustia espera recuperar los $32 millones 900 mil que le fueron sustraídos por varios sujetos desde su camioneta, que se encontraba en el estacionamiento subterráneo del centro de Chillán, el pasado lunes.
Los reclamos del afectado contra los delincuentes también se extendieron a la empresa ECM, responsable del estacionamiento subterráneo, lugar donde ocurrió el atraco.
"Hay cero medidas de seguridad, no hay ningún resguardo, pese a que uno paga por el servicio. Los ladrones rompieron el vidrio y aunque estaba una caseta adelante, con gente adentro, no advirtieron nada. No hay ningún sistema de vigilancia que esté coordinado con Carabineros que ayude tampoco", manifestó Joel Salvo, quien señaló su frustración por el botín sustraído, que ocurrió frente de la caseta de cobro.
No más de seis minutos se ausentó Joel Salvo del estacionamiento, dejando el dinero al interior del vehículo. Cuando llegó, se percató de inmediato del vidrio roto de la ventana trasera derecha, por donde los dos perpetradores -que fueron registrados por las cámaras de seguridad- se introdujeron para cometer el robo.
Según comentó el afectado, lo más preocupante por ahora son los trabajadores que están bajo su tutela, exigiendo que se les cancele el sueldo.
Diligencias
Una vez que Carabineros se constituyó en el lugar, recogieron la denuncia y entregaron los antecedentes al Ministerio Público, quienes instruyeron las diligencias a la Sección de Investigación Policial de la Segunda Comisaría de Chillán.
Según comentaron desde la institución de orden y seguridad, ayer las diligencias se remitieron a Santiago, donde personal uniformado concurrió a la comuna de La Granja, lugar donde registraba domicilio la patente del vehículo marca Renault donde -se presume- huyeron los autores. Sin embargo, al llegar a la casa en cuestión, Carabineros determinó que la persona que ahí reside no tiene relación alguna con el vehículo.
Esto, además, coincide con el hecho de que el vehículo no mantiene orden pendiente de incautación por robo, lo cual haría presumir a los policías que el automóvil en que huyeron los implicados en el millonario robo tendría la patente adulterada, por lo que la SIP esperará la instrucción de la fiscalía para seguir con las diligencias.