La cadena de fallas de Seguridad que propiciaron el atentado yihadista del miércoles pasado en el Museo del Bardo de Túnez sumó un nuevo eslabón después de que el Presidente del país, Beyi Caid Essebsi, admitiera ayer que fueron tres, y no dos, los autores materiales, y que uno de ellos está en busca y captura.
Durante una ofrenda floral delante de la puerta del citado museo, escenario de una tragedia en la que perdieron la vida 21 personas -20 de ellas turistas extranjeros-, y fueron abatidos dos terroristas, el Mandatario aseveró que el fugado "no llegará muy lejos".
"Es seguro que había tres, fueron filmados por las cámaras e identificados. Están los dos que fueron abatidos y uno que corre hacia alguna parte. Pero de todas maneras, no podrá ir muy lejos", afirmó.
Los dos atacantes muertos fueron identificados como Yasine al Abidi y Hatem al Jachnaui, miembros al parecer de una hasta la fecha desconocida célula del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Túnez, que reivindicó la masacre.
El padre de uno de ellos ya reveló el mismo miércoles que carecía de noticias sobre el paradero de su hijo desde hacía tres meses, y que lo último que había sabido de su destino era que había viajado a Siria e Irak para sumarse a la lucha del EI.
El huido parece responder al nombre de Maher Ben Muldi Gaidi, sobre quien pesa ya una orden de busca y captura como "presunto implicado", tal y como anunció el sábado por la noche el Ministerio de Interior tunecino.
La confirmación de que Gaidi pudo escapar del cerco de la policía y desaparecer en las calles de los barrios empobrecidos y radicalizados que rodean la zona de El Bardo, intensificó las críticas a las Fuerzas de Seguridad, a las que la prensa y los analistas acusan de haber cometido una larga cadena de errores.
El atentado se produjo el miércoles cuando un joven de unos 20 años abrió fuego contra un bus de turistas hispanohablantes en el estacionamiento del museo, una zona vallada que supuestamente estaba vigilada.
Tras la ráfaga, en la que murieron siete personas, los terroristas entraron en el museo y capturaron a un número indeterminado de personas.
En las imágenes de las cámaras de vigilancia difundidas el sábado por la televisión tunecina se observa cómo los atacantes se pasean con normalidad por el museo y en un momento se juntan en las escaleras.
A partir de ahí, la versión oficial asegura que dos de los terroristas se atrincheran con los rehenes en una zona ajardinada compartida con el Parlamento después de intentar de entrar en ese edificio.
En la operación policial posterior murieron acribillados dos terroristas y otras 14 personas, trece de ellas turistas extranjeros y una empleada del museo que podrían haber sido utilizados como escudos humanos, sin que se sepa cómo el tercer implicado pudo huir.
Un relato que dista mucho de la primera versión que dieron las autoridades tunecinas, que aseguraba que los terroristas iban vestidos de militar, que intentaron entrar en el Parlamento y fueron descubiertos, y que sólo entonces se dirigieron hacia los turistas.
"Hay muchas cosas que deben ser explicadas, como la ausencia de vigilancia cuando se habían conocido las amenazas", explicó a EFE un periodista tunecino que prefirió no ser identificado.