Quinchamalí es declarado como zona prioritaria para capacitación de artesanas
Apoyo. Fundación Artesanías de Chile y el Ministerio del Trabajo llevarán adelante programa que definirá el tipo de perfeccionamiento y lo pondrá en práctica.
El programa "Mejora a la empleabilidad para artesanos y artesanas tradicionales de zonas rurales" se realiza desde el 2013 y gracias a él se han capacitado más de 260 artesanos y artesanas. Este año hay diversas localidades en las cuales ya se está trabajando en distintas fases, las cuales comienzan con un diagnóstico para evaluar cuáles serán las capacitaciones más adecuadas para cada lugar.
Como señala Paula Abarca, directora de proyectos de Fundación Artesanías de Chile "cada año nos planteamos como meta poder ampliar las oportunidades de generación de ingresos mediante su actividad a más de 130 artesanos y artesanas de zonas rurales, esto mediante un programa de capacitación e intermediación pertinente y específico para cada grupo de ellos, en conjunto con la Subsecretaría del Ministerio del Trabajo".
Actualmente en Quinchamalí se está haciendo una primera evaluación sobre las necesidades y la pertinencia de implementar el programa de capacitación; la zona artesanal tiene en la actualidad renombre tanto nacional como internacional, siendo el año 2014 reconocida como Tesoro Humano Vivo y logrando, además, la certificación de Denominación de Origen.
Según información que se ha levantado a través de entrevistas presenciales a los artesanos y artesanas de la zona, un problema general es la materia prima. La greda que se utiliza para la construcción de las piezas (greda ploma y amarilla) era obtenida de una mina que se encontraba en el Fundo San Vicente, el que fue vendido a un tercero quien transformó el terreno plantando pinos. Los abonos y la acidificación del suelo hicieron que la calidad de la greda fuera bajando, hasta hacerla inutilizable para el trabajo alfarero. Actualmente la mayoría de los artesanos se proveen de materia prima comprando la greda de otras vetas a $12.000 pesos el saco de material bruto.
Comentan que no hay gente joven interesada en el trabajo artesanal. Las artesanas activas son conscientes de la falta de aprendices con quienes hacer un traspaso de conocimiento; explican la falta de interés por la amplia oferta de otros trabajos: en la celulosa, en los campos o en la ciudad de Chillán.
Por ejemplo Gabriel tiene 17 años y cursa 4º medio en un liceo técnico, nacido y criado en Quinchamalí, su mamá, tía y abuela son conocidas maestras alfareras de la zona "a mí me gustaría dedicarme a la artesanía en greda, pero quisiera ganar más dinero y poder ayudar a mi familia".
Las artesanas y artesanos justifican la falta de interés por los riesgos a la salud que conlleva el trabajo alfarero. Gran parte de los artesanos presentan enfermedades consecuencias de los pocos cuidados en el proceso productivo. Los tres problemas más frecuentes que se encuentran entre los artesanos de Quinchamalí son las enfermedades reumáticas por el trabajo con el barro, problemas a la vista, debido a la poca luz en los talleres donde modelan y, sobre todo, problemas respiratorios por la continua exposición a los gases tóxicos que se emiten durante la quema.
Los próximos pasos de este programa será el definir qué capacitación será la que se implemente este año en el sector y luego ponerla en práctica.
Fundación Artesanías de Chile es una entidad privada sin fines de lucro que trabaja para preservar nuestra identidad cultural como nación y crear oportunidades de desarrollo sociocultural y económico para las artesanas y artesanos tradicionales, entendiendo que la artesanía es una actividad productiva que da sustento a muchas familias.