Carabineros encuentra caballos robados a vecino de Quinchamalí
abigeato. Los animales estaban a punto de ser faenados en un matadero ilegal que operaba en Concepción.
En libertad por disposición del Ministerio Público quedaron los seis individuos que habían sido detenidos por carabineros de la Comisaría de Lomas Verdes, en Concepción, bajo los cargos de abigeato (robo de ganado) y de instalar un matadero clandestino de caballares en la ciudad.
Los sujetos -entre los cuales había un vecino de Confluencia- fueron aprehendidos en el momento en que despostaban un caballo que aparentemente fue comprado legalmente. Sin embargo, Carabineros encontró en el lugar otros tres caballos robados en la zona de Quinchamalí, en la Provincia de Ñuble, y que estaban listos para ser faenados.
Precisamente dos de los tres caballos rescatados el día de ayer pertenecen a Daniel Villouta, agricultor de 66 años de Quinchamalí, quien el 14 de abril de este año denunció el robo de estos dos animales.
"Estoy contento por haberlos encontrado. Estaban a punto de despostarlos, menos mal que Carabineros actuó rápido si no jamás se habrían salvado. Ellos tienen no solo un valor económico, sino también sentimental para mí", aseguró el hombre, que en menos de tres años ha sido víctima del robo de 13 de sus caballos.
Carabineros, además, decomisó alrededor de 350 kilos de carne faenada, los que serán derivados al Servicio de Salud de Concepción, para la investigación correspondiente.
Ley 20.526
En 2012 se promulgó la ley 20.526 que mejora la fiscalización en torno al abigeato.
Las modificaciones otorgaron al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y a Carabineros más atribuciones, para que realicen un mejor control en el transporte de animales.
Además endurece las sanciones pecuniarias a quienes sean sorprendidos con ganado robado, además de la clausura de establecimientos que, a sabiendas, reciban o comercialicen animales objeto de este ilícito.
Daniel está feliz de haber recuperado sus caballos, y no solo por el valor sentimental que le significan, sino también porque cada uno de estos animales cuesta alrededor de 400 mil pesos.
"Son mi herramienta de trabajo, los cuido y no tienen por qué venir a quitármelos", concluyó Daniel.
El 14 de abril de 2015 Daniel Villouta denunció en Carabineros de Quinchamalí que le habían robado dos de sus caballos. Esta situación tenía más que preocupado al hombre, ya que en menos de 3 años ya le habían sustraído 13 animales, con los cuales él trabaja la tierra en su localidad.