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"Cuidado y Esperanza. Líneas de guía de la Conferencia Episcopal de Chile para tratar los casos de abusos sexuales a menores de edad", es el título del texto que ayer la Iglesia Católica reveló, de manera de actualizar los protocolos ante estos delitos.
El presidente del Consejo nacional de prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, monseñor Alejandro Goic estuvo presente en el lanzamiento del documento de 74 páginas junto al Secretario General de la Conferencia Episcopal, monseñor Cristián Contreras.
En la ocasión, Goic manifestó que "el hacernos cargo de este flagelo es una tarea que hemos emprendido con humildad, reconociendo que en este caminar estamos todavía lejos del horizonte que nos proponemos de 'nunca más abusos'".
De esta forma, la normativa surge en complemento a los textos de 2003 y 2011 que ya habían elaborado por orden desde la Santa Sede, ubicada en el Vaticano, respondiendo a los serios cuestionamientos a la iglesia católica, en medio de los casos de abusos sexuales que salieron a la luz pública.
Medidas
En caso de existir una denuncia por abuso sexual al interior de una congregación, la diócesis correspondiente deberá acoger los antecedentes y entregarlos a un miembro eclesiástico encargado de estas situaciones.
Esta es una de las medidas que anunció la Conferencia Episcopal, añadiendo que la persona responsable de estudiar la denuncia, deberá remitir los datos con rapidez a la autoridad eclesiástica, además de orientar a las víctimas respecto a la tramitación de la acusación, mantener debidamente resguardado el correspondiente archivo y llevar estadísticas actualizadas del tema y también "facilitar la capacitación a los agentes pastorales para que sepan proceder adecuadamente cuando alguien expresa interés en formular una denuncia sobre esta materia", según indica el texto.
Por otra parte, el Secretario General de la organización eclesiástica, monseñor Cristián Contreras comentó que en cada caso se resolverán medidas cautelares si hay un sacerdote cuestionado y no serán un castigo "si no que medidas disciplinarias para favorecer el desarrollo de la investigación y evitar el escándalo o poner en riesgo a los menores de edad".
Con este documento, la Conferencia Episcopal aceptó que "los graves delitos y pecados cometidos contra personas y familias que confiaron en nuestro cuidado, han causado un dolor inmenso y nefastas consecuencias en el Pueblo de Dios".
Asimismo, establece que de cara al ingreso de alumnos seminaristas, éstos deberán presentar certificado de antecedentes penales, para determinar si existen anotaciones relacionadas con causas de delitos sexuales. A su vez, "se va a evaluar, en la medida de lo posible, la idoneidad humana para llevar una vida casta, consagrada en el celibato".
Reacciones
El obispo y responsable de la diócesis de Chillán, Carlos Pellegrin, declinó realizar declaraciones, dado que aún no ha estudiado el documento que comenzará a regir oficialmente a partir del 16 de julio.
No obstante, los parlamentarios de la zona aplaudieron el reconocimiento de la Iglesia Católica ante situaciones que han mermado la imagen de dicha religión.
El diputado demócrata-cristiano, Jorge Sabag, destacó que "es un hecho muy importante debido a los casos que se han constatado y el Papa Francisco, cuando asumió, instruyó que se estableciera un protocolo sobre qué es lo que se va a hacer en estos casos".
En ese sentido, dijo que tras los casos de abusos sexuales a menores, como los de Fernando Karadima " era muy necesario porque era complejo que los sacerdotes cometan un delito y a su vez, una labor difícil para sus colegas el investigarlos, pero es algo que se debe hacer de todas maneras".
Por otra parte, el diputado Carlos Abel Jarpa, del Partido Radical, afirmó que las medidas se dan en un momento en que la Iglesia católica ha disminuido su cantidad de fieles. "Esta es una señal muy buena porque los problemas no deben taparse, abordarse y evitarse", destacó el parlamentario.
El senador Felipe Harboe (PPD), en tanto, valoró la iniciativa y dijo que "el Clero asume que hay conductas reiteradas de parte de miembros de la iglesia en abusos sexuales y es una forma de prevenir y formar en prevención de abusos sexuales a las personas que son parte de la iglesia católica".
No obstante, señaló que aún falta camino por recorrer y erradicar estos delitos. "No sé si se ponen al día, pero al menos avanzan en hacerse cargo de un problema existente y es un aporte al país" dijo.