El Departamento de Estado de Estados Unidos retiró ayer oficialmente a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, en la que figuraba desde 1982.
Este hecho elimina uno de los principales obstáculos en las negociaciones para el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en Washington y La Habana.
"El periodo de previa notificación al Congreso de 45 días expiró, y el secretario de Estado tomó la decisión final de dejar sin efecto la designación de Cuba como un Estado Patrocinador del Terrorismo", dijo la entidad gubernamental en un comunicado.
El Departamento de Estado explicó que "la rescisión de la designación de Cuba como un Estado patrocinador del terrorismo es un reflejo de nuestra evaluación de que Cuba cumple con los criterios legales" para ello.
"Si bien Estados Unidos tiene importantes preocupaciones y desacuerdos sobre una amplia gama de políticas y acciones de Cuba, las mismas no hacen parte de los criterios pertinentes para la rescisión de la designación de un Estado patrocinador del terrorismo", añadió el organismo dirigido por John Kerry.
Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en marzo de 1982, durante el Gobierno del republicano Ronald Reagan, ya que el Gobierno de Fidel Castro ofrecía en esa época refugio a organizaciones terroristas.
Como resultado del histórico acuerdo de diciembre entre Washington y La Habana para reiniciar relaciones diplomáticas, el Presidente Barack Obama pidió al secretario de Estado, John Kerry, que revisara si Cuba debía ser o no sacada de la lista, como exigía La Habana.
Tras escuchar la recomendación del Departamento de Estado, Obama comunicó el 14 de abril al Congreso su decisión de sacar a Cuba de la "lista negra". La medida entraba en vigor 45 días después del anuncio del Mandatario. Dicho plazo se cumplió ayer.
críticas desde el exilio
En tanto, varios grupos del exilio cubano de Miami tacharon ayer de "ilógico", "precipitado" y "penoso" el anuncio del Gobierno estadounidense.
Según Pedro Rodríguez, director de la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba, se trata de una decisión "muy precipitada y arbitraria", teniendo en cuenta el incidente del buque norcoreano que fue retenido en Panamá en 2013 tras descubrirse en una inspección una carga no declarada y oculta de armamento procedente de Cuba.
En declaraciones a EFE, Rodríguez indicó que el Departamento de Estado de EE.UU. debería haber establecido un "periodo mayor de tiempo" y observación antes de retirar a la isla caribeña de esta lista, donde fue incluida en 1982 por su apoyo al grupo terrorista español ETA y las guerrillas latinoamericanas.
"Desconocemos si Cuba ha hecho algo para salir de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo", subrayó.
Orlando Gutiérrez, que encabeza el Director Democrático Cubano, reprobó la medida, que a su juicio ignora la naturaleza de un régimen "fundamentado en el terror contra su propio pueblo y la exportación de la violencia".
En concreto, sostuvo que Cuba continúa manteniendo "asociaciones con personas que han cometido actos terroristas en EE.UU. y otros países".
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, aseguró que el Gobierno de Barack Obama "entregó al régimen de los Castro una victoria política importante a cambio de nada". También se unió a las críticas Jeb Bush, posible aspirante a la Casa Blanca: "Ni la represión continuada en el país, ni las actividades de desestabilización de Cuba en el extranjero parecen ser suficiente para detener al Presidente Obama para hacer más concesiones al régimen comunista de La Habana".