Tres querellas por rotura de sellos impuestos por la autoridad, interpuso durante la jornada de ayer en el Juzgado de Garantía de Chillán, el alcalde Sergio Zarzar. Las acciones judiciales, patrocinadas por el Departamento Jurídico del municipio, se dirige contra tres comerciantes que tendrían en sus locales máquinas de azar, violando lo establecido en la ordenanza municipal, que sólo permite el funcionamiento de máquinas de destreza y habilidad.
Cabe recordar que la reapertura de los denominados casinos populares, no es un fenómeno nuevo. Por lo anterior, fue el propio Sergio Zarzar quien había presentado tres denuncias ante la fiscalía local, con la finalidad que el Ministerio Público persiguiese penalmente a los comerciantes que habían reabierto sus locales, pese a estar vigente una clausura municipal.
CONTINUIDAD
Sergio Zarzar precisó que la presentación de estas tres querellas ante la Justicia se fundamenta en la rotura de los sellos por parte de tres locatarios, en cuyos establecimientos hay máquinas de juego, que no están permitidas por la ley, "lo que anteriormente le significó la clausura por parte de inspectores municipales y carabineros, por lo que ellos violaron los sellos. O sea, están cometiendo un delito", enfatizó.
Al respecto, Sergio Zarzar fue claro: "en Chillán están permitidas las máquinas de destreza y habilidad, no las de azar", sentenció.
Pese a ello, cabe mencionar que un fallo de la Corte de Apelaciones de Chillán cuestionó la incautación de máquinas de azar desde un casino popular, del centro de Chillán, en enero de este año. Según la resolución, funcionarios de carabineros y un inspector municipal no contaban con un informe técnico que determinara si las máquinas eran de destreza o de azar. Este antecedente, que surgió tras la presentación judicial realizada por el abogado Héctor Mella, ha sido utilizado por estos recintos para continuar funcionando en la comuna.
Al ser consultado por la razón que han reabierto nuevamente los casinos populares, Zarzar afirmó que "por lo que sé, fue la visión de un abogado que les dijo que podían abrir. Hay un desacato que no voy a permitir , por lo que utilizaremos todas las herramientas legales pues queremos que Chillán sea nuevamente un ejemplo nacional respecto de este tipo de locales", detalló.
Uno de los momentos de mayor tensión entre las autoridades y locatarios, se vivió el mediodía del 17 de abril, cuando se procedió al cierre de cuatro locales de casinos populares. No obstante, horas más tarde los comerciantes, en un acto de rebeldía, reabrieron sus puertas lo que motivó la llega da de carabineros advirtiendo que estaban cometiendo un delito (violación de sello).
A principios de mayo, el Fiscal Jefe de Chillán, Pablo Fritz precisó a el papel de la entidad en relación a la disputa surgida entre el dictamen de Contraloría y la ordenanza municipal. En ese sentido, el persecutor afirmó que "el sello da cuenta de una prohibición impuesta por una autoridad, y básicamente al romperse ese sello y realizarse la actividad económica que no está permitida, ahí se produce la infracción y se constituye el delito de rotura de sello". En esa línea, Fritz aclaró que "el delito no se refiere al hecho material que se rompa el sello, sino que a generar ganancias en un proceso de cierre decretado".