Bien abrigado junto a su gorro de lana, unos guantes y el infaltable mate, el arquero uruguayo Santiago Morandi llegó ayer por la mañana hasta la sede de Ñublense para estampar su firma que lo une por una temporada, con opción de extender a dos, con la institución roja. "Estoy contento, con frío, pero bien", asegura de entrada el golero que promete sellar la portería diabla.
Si bien su contratación ya estaba sellada hace un par de días, faltaba lo protocolar, la firma en el contrato y la respectiva revisión médica que se realizó ayer por la tarde en Concepción. "Ya firmamos todo, estoy muy motivado por los que es el proyecto del equipo y el objetivo final", agrega el quinto fichaje del rojo que se suma a Carlos López, Carlos Herrera, Osmán Huerta y Washington Torres.
Morandi reconoce que decidió venir a Ñublense, principalmente por la cercanía y credibilidad del técnico Fernando Díaz, quien lo dirigió en Guatemala. "Subir es lo único que se habla en torno al club, y una de las cosas que me motivó a venir es que el Nano me conoce y me contó bien como es la situación y a qué se está apostando. Sé que se está armando un plantel para lograr el objetivo que no es otro que subir", sentencia.
Diseñador Gráfico de profesión, se reconoce un amante de la fotografía, pero afirma que no le gusta referirse a sus cualidades como arquero, más bien eso "lo verán en cancha", explica. "Me gusta mucho trabajar y en base a eso se pueden lograr los resultados. Uno se siente feliz cuando tiene logros como arquero menos batido, pero el fútbol es un deporte colectivo, jugamos once y lo más importante son los objetivos grupales. Mi objetivo este año no es ser el arquero menos batido, sino que lograr el ascenso", afirma.
El charrúa sumará su cuarta experiencia fuera del fútbol uruguayo, tras su paso por Democrata de Brasil, Suchitepequez y Municipal de Guatemala más Estudiantes de Altamira de México. "Cada vez se habla más del fútbol chileno, incluso cuando hablas con compañeros, está entre las mejores opciones para salir a jugar, no solo por el fútbol sino que por la sociedad, la calidad de vida que hay acá, porque uno con familia sabe que va a pasar bien, y obtener buenos resultados deportivos, también va de la mano con un buen pasar de vida familiar", indica.
Hobby y Copa América
Por estos días Santiago se alojará en un hotel, para la próxima semana ya mudarse a una casa para vivir junto a su esposa Daniela y su hija Lugana. Precisamente aprovechará sus horas libres, para tomar su cámara fotográfica y captar algunas imágenes de los hermosos parajes de Ñuble.
"Siempre tuve momentos que no trabajé, pero hice cosas. Me gusta hacer edición de videos, fotografía, ahora estoy tratando de hacer algún curso, tengo una cámara y acá tengo paisajes maravillosos para seguir con ese tema. La carrera de nosotros es corta, y me gustaría ver algo más profesional en la fotografía, pero por ahora mi presente es jugar", comenta.