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La asociación de esta celebración con la bandera se debe a un Decreto Supremo del Ministerio de Guerra de 1914 a través del cual se estableció que en esta fecha, cada año los nuevos oficiales y suboficiales, prestarían el llamado "Juramento a la Bandera", como un compromiso de servicio al país.

Fue así como los 286 jóvenes soldados junto a los suboficiales, cumplieron con el tradicional rito que significa servir a la Patria y a Dios ante la presencia de un sinnúmero de autoridades locales, entre ellas, el Comandante del Regimiento de Chillán, coronel Patricio Amengual, la gobernadora de Ñuble, Lorena Vera, parlamentarios, concejales, y el obispo diocesano Carlos Pellegrin, quien el día anterior en la Catedral, presidió la misa de "Vigilia de Armas" con el fin de que los soldados se encomienden a Dios para poder cumplir con alegría y generosidad el llamado a servir a la Patria.