un estudio entrega trucos para enfrentar la rutina de ejercicios
costumbre. La importancia radica en la capacidad de la persona de crear el hábito de realizar actividades físicas siempre a la misma hora y sin desertar.
Ya sea para mantener la línea o mejorar nuestro estado de salud, realizar ejercicios no es una tarea fácil. El desarrollo de cualquier hábito bueno o malo comienza con una rutina y por esta razón las personas suelen abandonar el sacrificio de la actividad física.
Un estudio de la Universidad Estatal de Iowa (EE.UU.) y publicado en la revista Health Psychology, entrega consejos para quienes deseen realizar ejercicios y dejar atrás el tedio de la rutina. La clave, según la investigación, es enfocarse en crear un hábito de ejercicio dependiendo de las preferencias de cada persona.
Alison Phillips, académica de Iowa y autora principal del estudio, sostuvo que algunas intervenciones diseñadas para ayudar a las personas se centran en el hábito de ejecutar y seguir una rutina exacta.
"Desde una perspectiva de la salud, queremos que la gente se dedique a la actividad física con frecuencia y la instigación es el tipo de hábito para promover que eso suceda. Sin importar el tipo de ejercicio que vas a hacer en un día particular, si tu tienes un hábito de instigación, podrás comenzar a hacer ejercicio sin tener que pensar mucho sobre él o considerar los pros y los contras", explicó Phillips, en declaraciones al portal de la mencionada universidad.
"instigar el hábito"
A modo de ejemplo, Phillips señaló que hay personas que suelen acudir al gimnasio después del trabajo. Otros prefieren levantarse más temprano y entrenar en la oscuridad.
Otras investigaciones sugieren que puede tardar un mes o más adquirir una conducta repetida de manera fiable. El primer paso, según Phillips, es ejercitarse siempre a la misma hora, ya sea en la mañana o en la noche.
La especialista hace hincapié en generar señales que ayuden a construir el hábito. Por ejemplo, la sensación de ejercitarse después de estar varias horas en el escritorio. Sin embargo, este proceso es difícil y requiere de mucha voluntad para desarrollarlo en el tiempo.
experimento
Phillips, junto a su colega Benjamin Gardner, pidieron a 118 adultos sanos que calificaran su instigación al ejercicio y la fuerza del hábito. Los investigadores realizaron un seguimiento de la frecuencia con que los participantes se ejercitaban durante un mes.
El 25% de los participantes sufría de sobrepeso u obesidad, mientras que el 5% reportó no hacer ejercicio. En tanto, el 50% indicó que hacían ejercicios desde hace un año.
Aunque el estudio encontró que la ejecución del hábito no tuvo efecto sobre la frecuencia del ejercicio tras la instigación, Phillips subrayó que todavía es una opción eficaz para algunas personas que inician una nueva rutina.
La investigación aconseja que para cualquier persona que es nueva en el deporte y que se siente incómoda en el gimnasio, seguir la misma rutina puede ayudar a construir confianza en sí mismo en la actividad física en general. Sin embargo, para otros apegarse a la rutina puede ser perjudicial. En resumen, la persona debe adaptar su programa de ejercicios según sus costumbres.
"Este estudio demuestra que no tienes que tener miedo de probar cosas nuevas. Puedes tener un hábito de instigación y probar nuevos tipos de ejercicio sin tener que preocuparse por perder la costumbre", subrayó Phillips.
Si bien para algunas personas es importante crear este hábito de instigación, "a largo plazo no parece ser un beneficio hacer las mismas cosas una y otra vez", añadió la experta.
Phillips recalcó que es una investigación preliminar y que es necesario determinar qué señales funcionan mejor para hacer ejercicios sin desertar.
"Es sólo la primera pista de que tal vez lo que hemos hecho es adecuado para todos. Creo que la esperanza es que la investigación muestre que puede mantenerse un 'hábito de hacer ejercicio' sin tener que atenerse a las mismas actividades aburridas en el tiempo", concluyó.
Según un reportaje publicado por la BBC en octubre, cada persona es diferente y la mejor hora para realizar ejercicios depende del ritmo circadiano ("reloj biológico") de cada uno. "Va en relación con las fases de luz y oscuridad, con las estaciones del año y con las características de cada persona. No se puede extrapolar de forma general ya que es individual", indicó al citado medio Luis Franco Bonafonte, secretario general de la Federación Española de Medicina Deportiva, FEMEDE.