El Rojo decepciona en el debut tras caer por la cuenta mínima
Ñublense. Sobre el final del compromiso, Mauricio Salazar marcó el único gol del partido que le dio el triunfo a Serena. Falta de gol, la gran deuda de los Diablos.
No importa cómo se empieza, sino que como se termina. Al parecer en Ñublense trabajarán bajo esta premisa, luego del doloroso debut que tuvo el cuadro de Fernando Díaz en el campeonato del ascenso, al caer por 1-0 ante Deportes La Serena en el estadio La Portada en la cuarta región.
El solitario gol del "Ingeniero" Mauricio Salazar cuando el partido finalizaba, y tras un error en la defensa, bastó para que el inicio sea en falso para los Diablos Rojos. En el primer tiempo, los locales mostraron mayor ímpetu y se generaron las mejores opciones de riesgo, que fueron evitadas por la solidez del portero Santiago Morandi.
Ñublense se creó una sola oportunidad cuando a los 30 minutos, y tras un tiro de esquina, Emilio Rentería conectó en área chica, pero el portero Hartard se encontró con el disparo evitando el gol. Ignacio Ibáñez desbordó en un par de ocasiones, fue el más incisivo del primer tiempo, pero con el pasar de los minutos, el aspecto físico le pasó la cuenta.
En la segunda fracción el Rojo despertó del letargo de la primera fracción, y comenzó a instalarse en la defensa Papayera. Con el ingreso de Pablo Parra, se crearon opciones de riesgo, pero siempre el equipo careció de claridad a la hora del finiquito, merced también al cansancio por el despliegue que tuvo que hacer en solitario en ofensiva el venezolano Rentería.
Los descuelgues de Carlos Herrera y Washington Torres buscaron constantemente el centro al área de Serena, pero siempre chocaron con la defensa del equipo que adiestra Musrri, que supo contener los embates del rojos.
Cuando parecía que el partido finalizaría en tablas, llegó el gol. Minuto 43 de la segunda etapa, la defensa pierde el balón en la salida, la roba Domeneghini que cede a Mauricio Salazar quien se interna al área, se saca con un enganches al portero Morandi, y con el arco a su disposición estructura el 1-0, resultado que sellaría el compromiso.
Ñublense sintió el golpe, y comenzó a atacar con todos sus hombres y pudo tener el empate cuando en el primer minuto de descuento, y luego de un tiro de rincón, Tomás Lanzini queda solo ante el golero Hartard, y envía el balón por un costado.
Pitazo final, y Ñublense se vuelve con las manos vacías tras enfrentar a un rival que en el papel parecía accesible, pero que en cancha demostró que el fútbol de la Primera B es distinto al juego pausado de la A.
Además, la carencia de un armador y otro delantero siguen penando a la hora de finiquitar la jugadas, en un equipo que en 5 partidos (sumado los 4 de Copa Chile), solo ha marcado 2 goles y aún no sabe de triunfos, hecho que esperan cambiar ante Magallanes.